Bárbara Rey recuerda el infierno vivido con Ángel Cristo: «Me violaba escupiéndome en la cara»

A pesar de que la vida de Bárbara Rey está recogida en decenas de revistas y programas de televisión del mundo del corazón, parece que todavía quedan detalles por contar sobre ella y su relación con su expareja Ángel Cristo. Tras 'Cristo y Rey', la ficción sobre su biografía, ha llegado el turno de una serie documental de Atresplayer donde se narran los capítulos más desgarradores sufridos por la vedette.

Este miércoles, Antena 3 ha emitido el tercer capítulo de 'Una vida Bárbara', una docuserie que cuenta en primera persona todo sobre la actriz. En esta ocasión, Bárbara Rey cuenta cómo la relación idílica que estaba viviendo con Ángel Cristo pronto se transformaría en un infierno de malos tratos y vejaciones fruto de las adicciones y los celos del artista circense.

Un testimonio que resulta desgarrador, sobre todo cuando recuerda los días en los que Ángel Cristo llegaba a casa para insultarla, escupirle en la cara y violarla. Volver a recordar aquellos trágicos momentos todavía le producen escalofríos.

En 1988 Bárbara vive el peor año de su matrimonio: «Fue terrible, no quería que me tocará», asegura. La vedette confiesa que lo pasó muy mal, se quedaba en una esquina de la cama rezando para que no le hiciera daño y afirma que «nadie me ayudaba».

Finalmente, Ángel Cristo le pidió que se presentase en el abogado para firmar los papeles de divorcio. Para ello, Bárbara tuvo que renunciar a todo: «Me hizo renunciar a los bienes, me quedé a vivir con los niños y me pasaba una pensión«, ha explicado en la serie.

A pesar de tramitar la separación, los malos tratos no cesaron y el domador siguió pasándose por su casa. «Me insultaba, daba una patada a la puerta de mi dormitorio y me violaba escupiéndome en la cara y llamándome puta», cuenta la actriz entre lágrimas.

Bárbara quiso dejar claro que «es muy difícil salir» de una situación de violencia de género, en la que ella se vio completamente sola. Además, Rey hizo hincapié en que hay que echar una mano a las mujeres que se encuentren en esa situación: «hay que ayudarlas».

Por otro lado, al final del capítulo la actriz asegura que, pese a todo lo malo vivido junto al domador, le da pena en lo que se convirtió Ángel Cristo por culpa de las drogas y los celos. «Dentro de todo lo que me hizo, me dio mucha pena», ha concluido.

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