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REDACCIÓN
VALENCIA
Lunes, 7 de marzo 2022, 16:44
Carlota Prado, la concursante de Gran Hermano Revolution que denunció una presunta violación durante el transcurso de la edición de 2017, ha declarado este lunes 7 de marzo en un juzgado malagueño tras su incomparecencia en el juicio contra José María López.
En el mes de febrero el Juzgado de lo Penal número 18 de Madrid suspendió el juicio por un delito de abusos sexuales dentro de la casa de Guadalix, ya que la denunciante, Carlota, estaba ingresada en un centro psiquiátrico desde el pasado diciembre por graves problemas mentales. La juez ordenó entonces que se realizara un informe psiquiátrico por parte del médico forense del partido judicial donde reside Carlota Prado.
Este examen forense se ha realizado este lunes en Málaga, después de que la defensa se comprometiera a aportar al juzgado un informe psicológico que acredite los «problemas psicológicos de gravedad» que presentaba la víctima. Una vez se examine este informe se podrá determinar una nueva fecha de juicio.
La madre de la joven aseguró, según la defensa, que Carlota estaba imposibilitada para comparecer en febrero en Madrid, ya que ingresó de manera involuntaria en diciembre en un centro psiquiátrico.
En febrero, Carlota subió varios stories a su Instagram en los que lanzaba acusaciones. «Soy Carlota, soy la chica a la que violaron y torturaron en Gran Hermano 18, en 2017», y asegura que «esta gente lo que no sabe es que ciertos familiares míos cercanos han hecho todo lo posible porque yo no llegara a Madrid y me quedan 20 pavos en el bolsillo».
El fiscal solicita una pena de dos años y seis meses de cárcel y le reclama una indemnización de 6.000 euros por los daños morales causados a la víctima, idéntica cantidad que a la productora del programa por los daños ocasionados a raíz de la exhibición a la perjudicada de las imágenes grabadas.
Los hechos se remontan al 3 de noviembre de 2017, cuando se organizó una fiesta en el interior de la casa «en la que por el programa suministró a los concursantes bebidas alcohólicas».
En esa misma vivienda se encontraba la también la concursante Carlota P. A., con quien el acusado había comenzado una relación sentimental unos días antes.
La joven, que durante el transcurso de la fiesta había ingerido «escasos» alimentos, bebió «al menos »cuatro chupitos de tequila, «por lo que alcanzó un estado de embriaguez que fue acentuándose y evidenciándose a partir de la media noche».
Así, sobre las una y media de la madruga del día siguiente y, cuando ambos se encontraban en el dormitorio que ocupaban, José María López Pérez, «que ya se había desprendido de sus pantalones», ayudó a la otra concursante a descalzarse y a introducirse en la cama que venían compartiendo. En ese momento, según afirma la Fiscalía, la joven conservaba puesta la «totalidad» de su vestimenta.
Acto seguido el acusado se introdujo en la cama mientras que la joven permanecía en silencio «en posición decúbito supino y con los ojos cerrados, realizando movimientos lentos y pesados, debido a su estado».
José María López Pérez, «guiado por un ánimo libidinoso y a sabiendas del estado de semiconsciencia en que se encontraba y aprovechándose de esta circunstancia, comenzó a realizar bajo el edredón movimientos de claro contenido sexual, pese a que balbuceando débilmente, dijo »no puedo«.
A continuación el acusado apretó su cuerpo contra el de la joven «en aras de satisfacer su deseo sexual, pese a que ella hasta en dos ocasiones levantó la mano como queriendo decirle que parara».
Al mismo tiempo José María López Pérez pidió «en varias ocasiones a la concursante que abriera los ojos, pero la víctima permaneció inmóvil». Cuando ya el acusado le preguntó cómo se encontraba, ella «sólo» acertó a responder que se quitara, «momento en que aquélla se giró quedando de espaldas al acusado».
La Fiscalía pone de manifiesto en su escrito que José María López Pérez, tras cubrir a ambos con un edredón «continuó realizando tocamientos, frotamientos y movimientos de contenido netamente sexual, despojando a la víctima de su vestimenta, liberándole parcialmente de su ropa interior y desabrochándole el sujetador, pese a que ésta se encontraba ya en estado de inconsciencia».
A raíz de estos hechos, el concursante fue expulsado del concurso y Telecinco calificó este comportamiento, que puso en conocimiento de la Guardia Civil, de «intolerable».
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