Lluvia de zascas a un comensal de 'First Dates': «Los videojuegos son un hobby de vagos»

El restaurante de 'First Dates' recibe cada noche la visita de solteros y solteras dispuestos a encontrar a su media naranja. O al menos, a intentarlo. Aunque la mayoría consiguen encontrar, como mínimo, una bonita amistad...otras no ven el momento de que termine la cena más larga y aburrida de sus vidas.

Precisamente eso es lo que pasó con la cita de Barinia y Emilian, dos solteros que visitaron el restaurante del amor el viernes pasado en busca de encontrar a alguien especial y que estuvieron a punto de atragantarse con la cena. Nada más conocerse, la conexión entre ellos fue inexistente, pero a lo largo de la cita fueron dándose cuenta de que la cosa era todavía peor de lo que parecía en un primer momento.

Una vez hechas ya las presentaciones y sentados en la mesa, un silencio incómodo imperó durante toda la cena. «Come, que se te va a quedar frío. Tienes que comer. Faltan el segundo plato y el postre», le dijo Barinia al mozo de almacén, que justificó su falta de apetito por ser «tímido de primeras».

La soltera, que trataba de darle conversación, no pudo evitar soltar un: «Me río por no llorar». No obstante, decidió romper el hielo y preguntarle por sus aficiones. Tras descubrir que al de Zaragoza le apasionaban los videojuegos, Barinia no dudó en decirle claramente la opinión que le merecían: «No me gustan, los odio. Son una pérdida de tiempo. No soporto a la gente que está con el mandito y no te hace caso».

«Lo veo un hobby como cualquier otro», respondió Emilian, pero ni con esas convencía a su cita: «Es un hobby de vagos». Una situación que el joven comentó con el programa: «Cuando ha dicho que es un hobby de vagos... ¡Mátame, camión! No tenía ni hambre. A los gamers lo que nos pasa es que somos un poco cerrados en el amor. Necesitamos apoyo para salir, pero se nos tiene que querer igual, macho. No somos tan raros», aseguró.

No había manera de encarrillar aquello, por lo que Barinia decidió ir al grano: «¿Te gustan los chicos también?». «¡Hala! No, no. Los chicos, no», respondió él, desencajado. «No habría ningún problema. A mí sí me gustan las chicas también», argumentó la concursante del programa de Cuatro. Una reacción que le sirvió para lanzarle otro gran zasca a su compañero, afirmando que no podría mantener una relación con una persona «cerrada de mente».

Barinia y Emilian no tenían absolutamente nada en común. Sus aficiones son totalmente contrarias y lo que a uno le apasiona, el otro lo odia. Tan diferentes son sus gustos que la cena se convirtió en una auténtica tortura para ambos. «No le estoy ni escuchando», confesó Barinia.

Pero cuando parecía que no se iban a poner de acuerdo en nada, ambos se pusieron de acuerdo en lo más importante: la decisión final. Ni Barinia ni Emilian querían volver a verse fuera, por lo que ninguno de los dos sufrió por un amor no correspondido.

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