Devoción por The Cult en Valencia

Así que los fans valencianos de The Cult habían agotado las entradas para su cita en la ciudad. Ha sido el único de los conciertos del tradicional ciclo de Viveros que ha colgado el cartel de 'Sold out'. Ha sido una cita desigual, con auténticos pinchazos como el de la ya no actuación de Bertín Osborne, quien antes de anunciar la cancelación de su concierto en Viveros por supuestos problemas de salud supo que apenas había vendido 155 entradas, el 7% del aforo del espacio. Un fracaso en toda regla que ha empañado, como decíamos, una cita que ha tenido críticas por la ausencia de música en valenciano y que para muchos no ha cumplido del todo las expectativas. Pero dejando atrás polémicas y cifras, lo cierto es que The Cult, la banda que lidera Ian Astbury tras algunas idas y venidas, era lo más esperado de Viveros este año.

Quizás, como forma de reconocerles haber seguido más de cuatro décadas, aunque de manera intermitente y con cambios, en esa senda que los ha encumbrado como reyes del post punk y el hard rock. Así que, de nuevo, daba igual que España se enfrentara con Inglaterra a la misma hora de la actuación (más de uno de los asistentes tenía un ojo sobre el escenario y otro puesto en el teléfono móvil para ir conociendo el resultado). Muy pasadas las diez –antes, de telonera, había ejercido Lys Morke–, tocaba agitar a los fans de The Cult.

De forma casi electrizante, los primeros acordes comenzaron a sonar en Viveros. La idea era que la banda repasara algunos de sus grandes éxitos. Así fue. Había que contentar a ese variado –aunque rockero– público que, como se ha dicho, había comprado todas las entradas para ver a The Cult. Con retraso, entre quejas del público y ya siendo las diez y veinte de la noche (y con el gol de España ya en el marcador), Astbury, junto al guitarrista Billy Duffy, los que fundaron el grupo, hicieron su aparición ante los asistentes, casi uniformados en una gran mayoría con camisetas negras. Ya se sabe, así son los viejos rockeros.

'Sweet Soul Sister', 'Rain', 'Fire Woman' y, sobre todo, 'She Sells Sanctuary, el himno más reconocido de la banda británica, sonaron en una actuación en la que los fans del grupo vibraron ante tal nostalgica 'playlist'.

Con más de una decena de discos a sus espaldas, The Cult está en plena forma. Lo demostraron con la presentación de algunas de las letras de su último trabajo 'Under The Midnight Sun' pero también repasaron sus grandes éxitos. Cuernos al aire y mucha locura para recibir en Valencia a una banda mítica, por la que parece que no pasa el tiempo. Aunque sí lo hace. «Muchas gracias», fueron sus primeras palabras en un perfecto castellano. Y siguió la música. Y un «viva España» y un «buenas noches», que también fueron pronunciados por Astbury, quien quizás no sabía muy bien si estaba en España o en México, porque lanzó un «ándale» que dejó confundidos a sus seguidores.

Y entre medias se coló el segundo gol de España (el del empate de Inglaterra ni se escuchó) y una no sabía si era la fiebre futbolística o la rockera la que inundaba Viveros. «'Congratulations' España», dio Astbury la enhorabuena a los asistentes por el triunfo de la Selección. Pero la fiesta fue en aumento. Algún que otro «ándale» más y unas guitarras que sonaban como nunca. O como siempre. Y se cantó «campeones» cuando se acabó el partido. El público exultante. Pero tocaba volver al concierto, cuya energía iba en aumento. Hasta colaron un «bonito Valencia» mientras actuaban entre los gritos de los asistentes, que cada vez iban coreando más fuerte las canciones.

Apenas una hora y algo después del inicio se despidieron con un «buenas noches». Aunque la gente quería más. Y lo recibieron.

Al final, todos los allí presentes rindieron pleitesía a unos músicos que han sobrevivido al paso del tiempo. Mucha devoción por The Cult en Valencia.