El jueves Elisa Mouliaá e Íñigo Errejón prestaron declaración ante el juez tras la denuncia interpuesta por la actriz por un presunto abuso sexual. Se trata de uno de los casos más mediáticos del momento. Ha ocupado portadas de periódicos y espacios de todos los informativos. Sin embargo, ha sido Telecinco quien se ha adelantado al resto y ha conseguido una entrevista en exclusiva de Elisa Mouliaá. La actriz y presentadora se sentará a hablar de este asunto en el plató de '¡De viernes!'.
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Así lo ha confirmado Mediaset España: «Elisa Mouliaá contará cómo vivió aquella situación, cómo ha afrontado los últimos meses y cómo se encuentra tras su comparecencia judicial». Una nueva aparición televisiva que será la segunda desde que reconoció públicamente las supuestas agresiones sexuales. Tras concerse la noticia las reacciones no se han hecho esperar. La más polémica ha sido la de Belén Esteban. La colaboradora de 'Ni que fuéramos shhh...' ha señalado que «es conocido que hablar de esto al día siguiente de una declaración no le beneficia».
La de Paracuellos explica que si bien sentarse en un plató de televisión no invalidará su testimonio, si que le podría llegar a afectar en el proceso: «Es algo que no tendría por qué invalidar su testimonio ni contaminar el procedimiento, pero no podemos olvidar que los jueces son seres humanos y que a lo mejor no pueden hacer abstracción de todo lo que pasa». Por último, ha apuntado que Elisa Mouliaá va a llevarse «un pastizal» por hablar en '¡De viernes!'.
En la delcaración ante el juez Adolfo Carretero, Elisa Mouliaá relató punto por punto la denuncia policial del pasado 24 de octubre. Ha dicho que en la presentación del libro no se vieron, que el exportavoz de Sumar en el Congreso le citó para tomar una cerveza luego y que ella se sintió incómoda pero al final fueron a la fiesta.
En el taxi, cuando están a punto de llegar, relató que Errejón le puso tres condiciones. «Cuando entra en el ascensor de forma violenta se lanzó encima y me besó hasta la campanilla». En la fiesta, añadió, le dieron mucho de beber, ha dicho que no sabe si le metieron algo en la copa y que se tomó «dos o tres».
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Puso en duda que el exdiputado cerrara la puerta de la habitación con pestillo. «No me acuerdo, lo debió de incluir la Policía en el atestado, pero sí que Íñigo hizo el gesto de comprobar si la puerta estaba cerrada. Luego me quitó el sujetador, me tocó esto, me lamió y cuando yo lo rechacé cambió de estrategia», ha relatado.
Mouliaá añadió que el psicólogo le dijo que hasta que no estuviese preparada no denunciase, por eso tardo tres años. Las denuncias de otras mujeres le animaron a hacerlo porque quería que se pusieran con nombres y apellidos estos casos.
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