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REDACCIÓN
VALENCIA
Martes, 31 de mayo 2022, 09:49
Masterchef 10 ha entrado en su fase decisiva. Cada vez quedan menos concursantes y cada prueba de eliminación es un reto para los aspirantes. En el programa del 30 de mayo, en el que Patricia fue repescada, quedarse o no en el programa dependía de replicar un plato de uno de los jueces, Pepe Rodríguez: su sopa al cuarto de hora, una receta de pescado tradicional, transformada a la época contemporánea.
Hablamos de un plato tan especial, que lo presentó con tal mimo y tanta dedicación que incluso Luismi se emocionó: se le escaparon las lágrimas al escuchar a Pepe y su receta única y le prometió a él y al resto de jueces que iba a cocinar muy en serio.
Qué momento tan bonito que nace desde el respeto, la admiración y el cariño https://t.co/5KB3O2GWnE @Pepe_ElBohio @JordiCruzMas @SamySpain #MasterChef10 pic.twitter.com/D1cgVZiowd
MasterChef (@MasterChef_es) May 30, 2022
La prueba fue más complicada de lo que esperaban, porque era una receta de varias elaboraciones en la que había que cuidar mucho los detalles. Entre Yannick, Luismi, Julia y Claudia estaba quien abandonaría el plató esta semana, y los cuatro empezaron a la par con la base del plato: el sofrito para el caldo.
Además, en la caja sorpresa había un cronómetro nuevo, que restaba el tiempo de cocinado de los aspirantes. Antes agotarlo, tenían que replicar un plato del mismísimo Pepe Rodríguez.
Las normas del cocinado tenían su peculiaridad. Quién acabase primero, tendría una importante ventaja la siguiente semana. El resto, disponía de un minuto más para emplatar. Y si el primer aspirante que levante la mano tenía un plato fallido, tendría que esperar cinco minutos para poder retomar el cocinado.
Sin embargo, Julia ha empezó con el pescado, y comenzó su carrera a contrarreloj. Cortó mal la lubina, no limpió bien las chirlas, y tampoco entendió la cocción justa de las gambas. Además, el desorden cada vez se hacía más grande en su cocina y la tormenta que se avecinaba era inevitable.
Mientras tanto, Yannick iba empalmando elaboraciones sin parar el ritmo, Claudia le intentaba seguir a rebufo, y Luismi gestionaba su propio tiempo. A veces más lento, otras salía disparado por el plató, y también tuvo tiempo para dedicarle unos minutos a «Doña Almudena» para decirle lo mucho que le recordaba a su abuela.
Yannick acabó primero la prueba y condicionó al resto de compañeros. Además, a Pepe le gustó mucho su caldo, la base del plato, y era obvio que ganaría esta prueba de expulsión. Además, esta victoria conllevaba también una ventaja que podrá disfrutar en el próximo programa.
Sorprendentemente para todos, y también para él mismo, Luismi consiguió una réplica decente del plato de Pepe. Ha demostrado a lo largo de la edición que es capaz de lo mejor y de lo peor, y en esta ocasión, volvió a brillar. Además, disfrutó mucho la prueba y volvió a emocionarse con la cata de los jueces.
La decisión final estuvo entre Claudia y Julia. A la primera le faltó finura y a la segunda pulcritud. Y como en MasterChef el mínimo fallo te deja fuera, esta vez fue el turno de Julia. Se despide con un plato complicado, un reto exigente, y unas eternas palabras de agradecimiento: «Ha sido como un renacer para mí, me ha dado un soplo de aire fresco y ha sido una experiencia brutal».
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