El temperamento de una soltera de 'First Dates' ahuyenta a su cita: «La he visto mandoncilla»

Las primeras impresiones puede que sean importantes, pero más lo es el feeling que tiene que haber entre dos personas que se acaban de conocer, para poder comenzar una relación sentimental. A veces, no es fácil encontrar a personas 100% compatibles para los comensales de 'First Dates', por lo que en muchos casos, muchos solteros se van del programa del mismo modo en que entraron: solos.

Eso es lo que le ocurrió a Carolina. Después de ver 'Pretty Woman' y 'Dirty Dancing, estaba convencida de que iba a venir un príncipe azul a rescatarle, pero no fue así. Canceló su boda dos meses antes de celebrarla, se casó por despecho y obtuvo la nulidad matrimonial «como los famosos».

Sus amigas dicen que es muy mandona, ya que ella misma organizó sus dos despedida de soltera, pero ella cree todo lo contrario. Se dedica al mundo del turismo y busca a un compañero de viaje que le acompañe por el mundo.

Rivas, su cita, se presentó como un hombre activo sexualmente hablando, que no para de ligar porque «hay mucha oferta». Al verle, Carolina pensó que parecía un «chulito de discoteca», pero que ella puede aparentar ser «una pija estirada» y no lo es, por lo que quiso conocerle.

Rivas confesó no haberlo pasado bien en el amor, pero que estaba dispuesto a rehacer su vida. En su tiempo libre, sale con sus amigos solteros y practica senderismo. Además, es un hombre que va directamente al grano, por lo que tardó poco en preguntarle a su cita por el tema sexual. Carolina le comentó que para ella es un tema muy importante, que podía ser un poco «bomba» y que no todo el mundo entiende su intensidad.

Rivas, no pudo evitar confesar que Carolina le pareció «mandoncilla, de las que igual te pegan con el palo del cepillo, tiene carácter». Un pensamiento que confirmó cuando empezó a sonar la música y ella le dijo «agárrame fuerte que yo te llevo». Carolina le dijo que las apariencias engañan y que no tenía nada de mandona, pero Rivas no la creyó.

En la decisión final, Carolina afirmó querer seguir conociendo a Rivas, pero él le dijo que no le había convencido el tema del senderismo y que podrían volverse a ver, pero como amigos. «Te has quedado sin espetos», le soltó ella muy indignada con la negativa que acababa de recibir.

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