CLARA ALFONSO
Valencia
Miércoles, 25 de enero 2023, 01:34
El restaurante de 'First Dates' recibe cada noche la visita de solteros y solteras dispuestos a encontrar a su media naranja. O al menos, a intentarlo. Aunque la mayoría consiguen encontrar, como mínimo, una bonita amistad...otras no ven el momento de que termine la peor cena de sus vidas.
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Eso mismo le ocurrió a Luisa. La joven siente que la rechazan todos los hombres y ha llegado a pensar que olía mal, pero aseguraba que se ducha todos los días. Es médico y llegó al restaurante del amor en busca de un chico que supiera idiomas y que estuviera dispuesto a recorrer el mundo con ella.
Med, su cita, todavía no había encontrado a una mujer que le dijera que es feo, pero sí que es chulo. Eso sí, no tiene en cuenta los prejuicios y espera hasta que la gente le conozca de verdad y «se comen sus propias palabras». El joven confesó ser un tipo muy exclusivo y, al ver a Luisa, aseguró que «no he visto nada exclusivo».
Luisa quiso conocer a Med y descubrió que viven muy cerquita, aunque a de primeras a ella tampoco le gustó: «No es mi tipo». A pesar de que la cita comenzó con buen pie, poco a poco la tensión se fue apoderando de la situación.
En el momento de pedir la cena, Med le dijo a Elsa Anka que él ya había pedido su propia comida y que no iba a tomar postre porque solo comía fruta. Él lleva mucho tiempo cuidándose y sabe lo que puede o no puede comer para mantener su cuerpo. Ante tal confesión, Luisa quiso saber por la fase de nutrición en la que se podía encontrar el comensal, pero lo que podía haber sido una conversación relajada y divertida, se ha convertido en un examen lleno de conceptos técnicos en el que la doctora sintió que era peor que un examen de la carrera.
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Med se vino muy arriba y le cuestionó su carrera de medicina e incluso le preguntó que de cuánta agua estaba compuesto el cuerpo humano. Ella, que no podía creer aquello, salió muy bien de aquel apuro y le dijo que dependía de cada cuerpo. La soltera tuvo la sensación de que estaba muy bien tener la autoestima alta, pero que su cita estaba rozando ser «un engreído».
El soltero le dijo a Luisa que comía muy despacho y que si consideraba que tenía algo más que contar. Ella le dijo que muchas cosas, pero no estaba dispuesta a decírselas porque estaba teniendo «la peor cita de mi vida». Él no dudó en pedir la cuenta y decirle a Elsa Anka que tenía prisa. Los dos querían salir corriendo de allí.
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En el momento de la decisión final, Luisa explicó que no quería tener ninguna cita más con Med porque no habían congeniado y él respondió con un: «como mucho le podría brindar mi amistad», algo que ella no dudó ni un segundo en rechazar. Un auténtico desastre.
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