Fogosa noche de sexo en 'Pesadilla en El Paraíso'

Albert Barranco y Maite Galdeano han pasado unos días en la granja de 'Pesadilla en El Paraíso' fruto de una estrategia de la cadena para conseguir mejorar sus audiencias y, de paso, crear otro tipo de contenido. Estaba previsto que ambos abandonaran las instalaciones este jueves, pero antes de su despedida, Barranco tuvo que ver un vídeo subido de tono en el que él era el protagonista. Y es que el ex viceverso había pasado una fogosa noche junto a Tania Déniz, su pareja.

Barranco y Tania pudieron pasar la noche juntos gracias a que Silvina le cedió la habitación de capataz. A pesar de que ellas habían discutido en muchas ocasiones, Tania aceptó su propuesta. Lo hizo en una ofrenda de paz ya que las concursantes lograron acercar posturas y darse una abrazo olvidando, aparentemente, el pasado. Pero no fue lo único que hizo Silvina, incluso les preparó la habitación con velas, perfume y todo tipo de detalles.

«Yo me enamoré de ti muy pronto. Nunca pensé que me fuese a enamorar de ti. Quise salir corriendo porque no era normal en mí eso y me enamoré. Yo espero que te vengas conmigo a vivir pronto», le propuso él. Por su parte, la canaria le respondía con una sonrisa y confesaba por primera vez que ella también estaba enamorada.

Muy poco tiempo tardó Barranco en apagar la vela que tenía a su lado. Pensando que la oscuridad les ocultaría lo suficiente, no tuvo en cuenta que las cámaras del reality tienen visión nocturna, por lo que se captó todo lo que sucedió en ese dormitorio. Así que en la gala los concursantes tuvieron que ver las imágenes que protagonizaron teniendo sexo en la granja.

Muerto de la vergüenza, Barranco no sabía dónde meterse. El novio de Tania había prometido a su madre que «nunca haría nada en televisión». De hecho, tras su encuentro íntimo con la granjera, le pidió disculpas a su madre. «Lo siento, suegra, pero había mucha tensión», añadió Tania.

No fue igual la primera noche en la que Barranco y Tania pudieron estar juntos. Maite Galdeano boicoteó sus mimos y caricias reclamando su colchón y su manta para poder dormir. Después, también les mandó a callar alegando que parecían «una radio encendida». Lejos de entrar en polémica, la pareja le hizo caso en todo para evitar que su momento a solas se viese del todo frustrado.

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