El hijo de María Jiménez y Pepe Sancho destripa la tormentosa relación de sus padres: «Fue horrible»

El primer invitado de '¡De Viernes!' de este 29 de diciembre ha sido Alejandro Jiménez, el hijo del actor valenciano Pepe Sancho y de la actriz sevillana María Jiménez. Ahora que el músico se enfrenta a las primeras Navidades con la ausencia de su madre, fallecida el pasado mes de septiembre, ha aprovechado para acudir a un plató de televisión y contar su versión acerca de cómo fue la relación de sus padres.

Por todos es sabido que Pepe y María tuvieron muchas idas y venidas (se casaron 3 veces) e incluso que fue una relación muy tormentosa que no extuvo exenta de maltrato por parte del actor hacia la cantautora. Las primeras preguntas de su entrevista han ido enfocadas en torno a este aspecto para saber cómo recordaba su infancia, ya que hasta el momento han sido muy pocas las palabras que ha manifestado el invitado al programa, muy alejado del foco mediático habitualmente.

«No volvería a las peleas de mis padres», expone el hijo de la cantante. Con esta frase ya deja claro todo lo que tuvo que sufrir y ver. «Me creía que podía frenarlas pero no», prosigue diciendo. En esta ocasión hace referencia a que él creía que por ser tan pequeño podía parar dichas peleas pero era todo lo contrario. «¿Te acuerdas del móvil grande ese de taco?», le pregunta al presentador Santi Acosta. «Pues lo tiró», acaba diciendo Alejandro.

A continuación, ha hablado de cómo vivió él aquel famoso episodio en el que María disparó una escopeta contra su marido. Yo he vivido años con ese disparo hasta que lo he contado», explica. De hecho, lo único que pudo hacer al ver la imagen de su madre con una pistola en la mano apuntando a su padre era gritar: «No mamá, no mamá», una y otra vez para tratar de evitar una desgracia.

Atemorido, salió de casa corriendo: «Me fui corriendo, salté la valla y corrí como un demonio», relata. «Llegué a casa de un amigo descalzo, corriendo durante 3 kilómetros y me abracé y me puse a llorar», narra. En ese momento cuenta además que escuchó un disparo y fue lo que le hizo correr más apresuradamente para dirigirse a casa de un amigo, un lugar donde sabía que iba a estar seguro y a salvo.

Poco después, habló con su madre acerca de lo que sucedió esa noche. «Si hubiera querido matarle lo hubiera hecho pero yo no soy una asesina», le confesó en aquel momento la intérprete de Se acabó, ya que el disparo lo dio al aire y no hacia su padre. De hecho, sorprende también en su relato que tras ello actuasen como si nada hubiera ocurrido. «Al día siguiente todos en casa haciéndonos masajitos como si no hubiera pasado nada», añade con cierta sorpresa.

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