![Historia de un apagón: secretos del cierre de Canal 9](https://s3.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2023/11/22/marrahi_general_XEM6243-RQKITFpo4wFF9FAVpbjTQnL-1200x840@Las%20Provincias.jpg)
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Lunes, 25 de noviembre de 2013. El periodista de Canal 9 Genar Martí acude a los premios Jaume I, en La Lonja. Asiste la princesa Letizia Ortiz, hoy reina. Ella es antigua compañera de batallas en la cobertura televisiva de la guerra en Irak. Y decide saludarla en el ágape: «Le dije si sabía que cerraban Canal 9. Se sorprendió y le sugerí que se lo preguntara a nuestro presidente, Alberto Fabra. Estábamos pegados a él y se le cayó al suelo la copa».
Alberto Fabra: No lo recuerdo.
Jueves, 28 de noviembre de 2013. 18.30 horas. El presidente de la Generalitat ya ha dado la orden: Canal 9 y Ràdio 9 se cierran cuanto antes. El Consell se reúne en secreto y activa a la empresa Abertis para lograr la desconexión. Según antiguos miembros del gobierno autonómico, primero debían desconectar la emisión de la televisión a las 2.30 horas, coincidiendo con un cambio de turno, y luego la de la radio.
Pero sale mal: algo falla en la cadena de cometidos y se desactiva la radio primero, el encuentro político se filtra y se suceden avisos. Trabajadores en turno se quedan en la sede de Burjassot y los que estaban fuera acuden masivamente a apoyar a sus compañeros, mantener viva la emisión a toda costa y contarlo todo en directo.
Estas son las vivencias, en primera persona, de dieciséis protagonistas en el cierre de Canal 9: Alberto Fabra (expresidente de la Generalitat), Álvaro Rodríguez, (exjefe de la Policía de la Generalitat), José Císcar (exvicepresidente del Consell), Jorge Carretero (productor), Luis Granell (cámara), Genar Martí (reportero), Vicent Mifsud (expresidente del comité de empresa), Rafa Molés (reportero), Paco Signes 'Telefunken' (instalador de telecomunicaciones), Beatriz Garrote (expresidenta de la Asociación de Víctimas del Metro de Valencia), Maribel Vilaplana (reportera y presentadora), Gonçal Blay (regidor), Carles Claver (reportero), Clara Castelló (presentadora), Manolo Montalt (periodista), y Vicent Sempere (periodista).
Manolo Montalt: Dijimos: «Bueno, esto significa que ya». Era jueves. Jugaba el Valencia contra el Swansea en Gales. Acabó el partido y llegaba la 'Taula Esportiva' en Ràdio 9. Yo me quedé allí pero Josep Rovira me dijo: «Lo van a cortar en nada…». Yo seguí tirando.
Jorge Carretero: Nos daban un premio al mejor programa de televisión, del que fui productor: 'Societat Anónima'. Fuimos Rafa Molés, Genar Martí y otros del equipo a recogerlo y llegó la noticia de que apagaban la radio. Cogimos taxis y nos desplazamos a Burjassot.
Luis Granell: Escopetados. Medio de etiqueta, mudados, ellas con tacones… Seríamos ocho entre hombres y mujeres. Y salimos en dos taxis.
Rafa Molés: Un equipo completo: realizadores, cámaras, guionistas y periodistas… Los últimos en llegar antes del bloqueo policial del portón.
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Carlos Claver: Fue una agonía. Queríamos hacernos oír. Nosotros no habíamos hecho el agujero enorme de deuda.
Maribel Vilaplana: Era una revolución. Se marcharon los jefes y nos quedamos los compañeros, con la esperanza de que no podía ocurrir: «¿Cómo van a cerrar esto?».
Vicent Sempere: Hacía un frío que pelaba. Estaba en el sofá y me llegó un mensaje: «Sampi, viene ya la Policía, que nos cierran». Le dije a mi mujer: «Llévame a la tele, quiero estar allí».
Álvaro Rodríguez: A las 22.30 me llamó Serafín Castellano (exconseller de Gobernación) y me dijo que cerraban emisiones, que organizara un dispositivo para evitar problemas y lograr la desconexión.
Manolo Montalt: En 'La Taula' di paso al compañero de Alicante y ya no devolvió el saludo. Habían cortado la señal. Nos quedamos en blanco. Pero recordé las indicaciones del comité de empresa de no abandonar el puesto. Y dije: «Tengo programa hasta la 1, lo hago hasta la 1». Se podía transferir la señal al segundo canal, Sí Ràdio. Seguimos emitiendo por ahí, por TDT y web. Y despedí así: «Se acaba la Taula, se acaba Ràdio 9, comença la foscor. Gràcies, adeu i fins a sempre». Aún no sé cómo lo hice.
23.49: SE APAGA RÀDIO NOU
Vicent Mifsud: Dormía poco. Tres días casi sin salir de la tele. Presentamos un plan de viabilidad muy trabajado. Pero Císcar me dijo que no. Lo tenían claro. Cuando supe que la Policía estaba en la radio, cogí el coche y conduje hasta la tele.
Álvaro Rodríguez: Había mucha gente en la entrada. Reunimos un grupo de 50 policías autonómicos, con apoyos de Alicante y Castellón.
Vicent Sempere: Llegué a la valla y entré con la tarjeta de fichar. Ya había Policía en la puerta, pero no me dijo nada. Luego aparecieron furgones. Un despliegue bestial. Ahí ya no dejaban entrar ni salir. Acudieron muchísimos compañeros fuera, con pancartas.
Carles Claver: Muchos trabajadores fuimos al control central de emisiones para dificultar el acceso de la Policía. Mostramos rechazo pero realmente no pusimos resistencia.
Álvaro Rodríguez: La tensión crecía. Vicent Mifsud me dijo que de allí no se pensaban mover. Fuera había 700 personas. Querían entrar y algunos movían una puerta muy pesada. Vi peligro y autoricé a abrir mientras bloqueamos la entrada interior.
Vicent Mifsud: Y llegaron los liquidadores… Hicimos una barrera humana frente al control central para que nadie entrara sin orden judicial. No queríamos que los valencianos se despertaran sin tele y sin más explicación.
Luis Granell: Con la Policía era como el pollito inglés. Cuando se giraban nos movíamos poco a poco. No recuerdo cómo entré en el recinto. Cogí mi cámara de la zona de equipos y me pegué a Genar para contarlo todo.
Clara Castelló: Yo llevaba meses fuera de la plantilla. Esa tarde estaba con los nanos, las extraescolares… Por la noche, desde casa, lo veía como una espectadora más. Me fui a dormir pensando que a la mañana siguiente me levantaría y la emisión ya se habría ido negro.
Manolo Montalt: En los estudios de la radio, en Blasco Ibáñez, se plantaron un montón de agentes. Ahí no podía ni entrar ni salir nadie. Se creó una situación un poco tensa. Aquella noche lloramos todos. Intenté levantar la moral a la gente diciendo: «Señores, cabeza alta porque no hemos hecho nada malo».
Alberto Fabra: La decisión era complicada, pero no podía ser otra. Había que reducir gastos. Había resistencia en Canal 9 y estuve siguiendo los acontecimientos, pero luego me fui a descansar y al día siguiente, a continuar con el trabajo. No era un día señalado dentro de todo el proceso.
Vicent Sempere: En la tele se cocía un programa especial. Se encendió el estudio 3 y se improvisó. Yo estaba un poco en producción.
Vicent Mifsud: Frederic Ferri me entrevistó en el directo de 24 horas de Canal 9. Denuncié que querían cerrarnos la tele con nocturnidad y que pensábamos mantener las emisiones todo lo posible.
José Císcar: Me acosté a medianoche y me despertaron desde la conselleria, sobre las 4, para informarme de que había un gran lío. Algo había salido mal y no se había seguido el orden de desconexiones ordenado. Pero se había aprobado una ley y se tenía que cumplir. Salí de casa y me fui a Presidencia a seguir los acontecimientos.
Alberto Fabra: Me enteré ya al día siguiente. No estás sin dormir mirando a ver qué pasa, hablando con unos y otros. No.
Jorge Carretero: Nos turnábamos, nos dirigimos a nosotros mismos. Yo acabé en el control central técnico. Ayudé a grabar la última señal. Consto como el último trabajador que emitía la producción.
Gonçal Blay: Todos hacíamos de todo. Yo era ayudante de realización pero en informativos también hacía de regidor. Estuve en plató organizando turnos de entrada. Era la euforia de querer colaborar. Fue un programa bastante caótico. Mandaba la actualidad, las conexiones que se pudieran hacer, las llamadas telefónicas...
Carles Claver: Contactaba con gente conocida para entrar por teléfono. Recuerdo las palabras de Iñaki Gabilondo y Jordi Évole.
Vicent Sempere: Hice labores de producción. Recuerdo salir a la fachada principal. Los políticos entraban por una ventana, un ventanal del suelo hasta arriba. Algunos policías hacían la vista gorda. Tengo la imagen de Mónica Oltra saltando por la ventana. Y le acompañé al estudio 3.
Luis Granell: Es cierto lo de la ventana. Conocíamos el edificio mejor que la Policía. Hicimos dos equipos: yo con Genar en la puerta trasera y Rafa Molés con otro compañero, en la puerta principal.
Rafa Molés: Así fue. Junto al cámara Fran Martínez, fui el cordón umbilical con el exterior, con la única cámara que entraba en directo. Explicaba los movimientos de la Policía y la llegada de trabajadores, vecinos, estudiantes de periodismo…
Álvaro Rodríguez: A Mifsud y a los trabajadores les decía que había una orden, que no debíamos montar una batalla campal. Que les entendía, pero que me entendieran también. El conseller no paraba de llamarme. Unas diez veces en toda la noche. Decía que iban a llegar técnicos externos para la desconexión y confiaba en que así se solucionaría.
Vicent Mifsud: Álvaro fue correcto, dentro de la tensión. Pero no nos valía la orden autonómica. Sin la judicial no nos movíamos. Defendimos nuestros derechos.
Vicent Sempere: Al parecer, la Policía dejaba pasar a algunos. Por la puerta principal iban entrando y saliendo políticos, famosos que apoyaron la causa…
Rafa Molés: Hubo momentos incomprensibles. La puerta de entrada al edificio había sido bloqueada por la Policía y luego llegó otro 'escuadrón' que intentaba forzarla. Cosas que no entendíamos.
Genar Martí: Ya de madrugada, un compañero me dijo: 'hay unos señores ahí que se mueven por los pasillos que no son de Canal 9' y, claro, fui a preguntar. No respondía pero lo grabamos, se emitió y la gente reconoció a uno. Empecé a recibir tuits. Lo identificaron como un antenista de Gata de Gorgos: Paco Signes, alias 'Telefunken'.
Álvaro Rodríguez: 'Telefunken' llegó con su sobrino Pepe y alguien más. Nunca supe quién les llamó. Nosotros, desde allí, no fuimos.
Alberto Fabra: No lo sé.
Paco 'Telefunken': Eso es alto secreto. No lo dije entonces y no lo diré ahora. A mí me llamaron y yo fui. Es secreto profesional y no hablo más. Me da igual que hayan pasado 10 años.
José Císcar: Sería alguien de la empresa a la que encomendamos la desconexión. Trabajaban varias líneas de negocio y también recibían encargos de asuntos de telecomunicaciones para Canal 9.
Maribel Vilaplana: Recuerdo estar con 'Telefunken'... Nos íbamos turnando para hablar con él y hacerle recapacitar.
Luis Granell: Grabé su entrada y su salida. Estuve mucho rato con Genar haciendo guardia junto al camerino donde lo tenían. Al final se dio cuenta de la trascendencia de aquello, lo entrevistó Genar y se marchó.
Gonçal Blay: Pensé: «Nos hemos hecho fuertes. Esto no lo cierra nadie».
Genar Martí: Se generó un mito. Igual hubiera desconectado si no le hubiéramos interpelado: «¿Paco estás ahí?, Paco ¿te has pensado ya si desconectas?».
Álvaro Rodríguez: Este señor vio mucho tomate y se echó atrás. No quería ser quien cortaba Canal 9. El conseller me decía que le convenciera, que tenía que hacer su trabajo. Lo intenté. Pero se le vino el mundo encima.
José Císcar: ¿Qué sentí cuando se marchó? No recuerdo. Que él sea de Gata y yo de Teulada es casual. Ni hablé con él ni lo he conocido jamás.
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Manolo Montalt: En la radio pudimos salir del estudio sobre las seis. Los policías fueron súper amables. Uno decía: «Yo no sé a qué nos han mandado aquí. Os oía todas las noches y me sabe muy mal».
Vicent Sempere: Tenía que llevar a mis hijos al colegio. Salí por la puerta y caminé a casa. Saqué mi cinta de Betacam donde grabé mis 'speeches', mi primer directo, un vídeo de cuando el Valencia ganó al Liga... Temía que la Policía me pillara.
Álvaro Rodríguez: Como nadie se movía sin orden judicial de desalojo logré que despertaran al juez de guardia y que hablara a Mifsud por teléfono. Pero nada. Los trabajadores querían hacerse oír en los informativos matutinos.
Vicent Mifsud: Decía el juez que la resistencia podría tener consecuencias. Respondí: «Traigan la orden judicial, la analizaremos y pensaremos qué hacer».
Álvaro Rodríguez: Si no cedían habría que usar la fuerza. A las 8 ya teníamos la orden, pero tras la marcha de 'Telefunken' nos quedamos solos. No llegaba nadie a desconectar. Entonces, junto con el exjefe de seguridad, activamos a dos o tres técnicos de mantenimiento para cortar suministro eléctrico en una sala de interruptores. Fue algo secreto, claro. No lo expusimos a los trabajadores para evitar la barrera humana allí.
LAS PROVINCIAS visitó esta semana À Punt para conocer este espacio, pero allí nadie sabe a día de hoy ubicarlo con exactitud.
Beatriz Garrote: Llevaba a mi hija al colegio y me llamó una redactora. Querían entrevistarme ante el cierre inminente. Pensábamos que igual se hablaría más del cierre de Canal 9 que del accidente del metro. Pero al final consensuamos que había que ir.
Rafa Molés: ...y cuando llegó Beatriz se encontró con la verja cerrada. Lloré de la emoción. Al final abrió una mano misteriosa. Fue la única vez que se abrió la puerta en ese momento de la mañana.
Beatriz Garrote: Cuando aún no abrían le dije a Rafa que me sentía como una presidiaria, metáfora de cómo nos trató el gobierno valenciano. Él y una chica me acompañaron dentro, corriendo entre pasillos. Alguien dio una patada a una puerta bloqueada. Parecía una película. Acabé en el plató… ¡Entre aplausos!
Gonçal Blay: La entrada de Beatriz fue un momento muy emotivo.
Beatriz Garrote: Expresé dolor y tristeza por la poca transparencia ante el accidente. Conté nuestra verdad. Fue una cierta reparación en un momento de máxima audiencia. Un final digno.
Carles Claver: Recuerdo abrazarme a varios compañeros. Benjamín Marín y yo llorábamos como niños. Una montaña rusa de emociones. Y risas, viendo la programación que hicimos.
Maribel Vilaplana: Hubo muchas llamadas de periodistas, medios internacionales o juristas que nos llamaban para asesorarnos. Recuerdo el cariño. Nos asomábamos y veíamos a tanta gente en la calle...
Rafa Molés: Al amanecer, unas señoras que me habían visto por la tele en la verja nos trajeron cruasanes y chocolate caliente: «Hemos visto lo que habéis padecido y os traemos desayuno», dijeron.
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Clara Castelló: Mi sorpresa fue que, al levantarme, seguía la emisión. Llevé a los nanos al cole y me fui directa a la tele para ver si todavía llegaba a tiempo para estar con mis compañeros. Como no me dejaban acceder, un compañero me dijo: «Ven. Hay un sitio». Me ayudaron a saltar la valla, que es muy alta. Corrimos como fugitivos, accedí al plató del directo y me abracé con Amalia Garrigós.
Vicent Sempere: Yo llevé a los niños al colegio, me duché y volví. Ahí ya no pude entrar. La manifestación se trasladó a la puerta principal.
Clara Castelló: Los compañeros me dijeron: «Ponte en la mesa». Me hicieron un hueco y me senté al lado de Vicent Juan. Serían las 10 y asistíamos a esas últimas horas de vida.
Álvaro Rodríguez: Era el final. Con la orden judicial en la mano expliqué a Mifsud que iba a avanzar con policías y otras personas al control de emisiones para el corte. Que podían gritarnos o insultarnos, pero ante cualquier agresión tendríamos que responder.
Vicent Mifsud: Trasladé a los compañeros que nada de violencia porque podrían cargar y teníamos que evitarlo. Lo importante era que el corte se viera en directo, un logro en medio del desastre.
Luis Granell: Me sabía mal que otros cámaras no pudieran trabajar en esos instantes finales. Estaba agotado y le pasé la mía a David Fajardo. Él tomó el último plano, el de Genar.
Álvaro Rodríguez: Avancé despacio hasta control de emisiones con la orden judicial en la mano, entre la multitud. Mientras, en otro punto del edificio, el jefe de seguridad abría la puerta de la sala de interruptores a los técnicos que debían cortar el suministro eléctrico. Allí no había nadie.
Jorge Carretero: Seguí al jefe de la Policía al control de emisiones. Le dije que aquello era increíble. Una injusticia. Nos expulsaron. Y recuerdo a Genar, muy cerca, preguntándome…
Genar Martí, rodeado de policías, habla por teléfono en directo con Gemma Nierga para la SER mientras pregunta a Carretero a corta distancia:
«¿Jorge, qué está pasando?»
12.19: SE APAGA CANAL 9
Así han quedado las pantallas de Nou tras el fundido a negro #RTVV Foto vía @MartaHortelano pic.twitter.com/Lo2j5sYuiq
— LAS PROVINCIAS (@lasprovincias) November 29, 2013
Álvaro Rodríguez: Me llamó un técnico desde la otra sala y me dijo que la emisión estaba ya cortada. La gente gritaba pero fue abandonando poco a poco la sede.
Vicent Mifsud: Álvaro no me dijo su plan secreto. Realmente, pensábamos que iban a control central y no a la sala de interruptores. Pero tampoco ya hubiéramos podido bloquear esa zona.
Rafa Molés: En la puerta de fuera no veía el directo. Me enteré por una llamada, después de doce horas ininterrumpidas de trabajo y 30 entrevistados.
José Císcar: Cumplimos el mandato de la ley. No se hizo como se había planeado pero hubo satisfacción en el Consell de que, a pesar del lío y la gran tensión, se hubieran evitado males mayores.
Alberto Fabra: No recuerdo estar viendo la tele cuando llegó la desconexión. Me imagino que me lo dirían. Pero la vida seguía y el Consell tenía que atender muchas adversidades en momentos muy complicados.
Así está ahora el estudio 3 de #RTVV con la señal cortada vía @MartaHortelano pic.twitter.com/BvD4qRBo6b
— LAS PROVINCIAS (@lasprovincias) November 29, 2013
Clara Castelló: Al abandonar el estudio pesaban las piernas. Nos íbamos arrastrando, llorando. Necesité horas para recomponerme un poco y ser capaz de hablar sin necesidad de parar por las lágrimas.
Vicent Mifsud: Hubo una reunión en el estudio central con mucha tristeza. Muchos abrazos. Acordamos que salieran con la cara bien alta. Con la pancarta salimos juntos al exterior y nos reunimos con los que esperaban a las puertas. Después estuve todo el día atendiendo entrevistas.
Álvaro Rodríguez: ...y yo estuve muchas horas dando explicaciones a unos y otros. Mi familia no durmió en toda la noche. Como es normal, estaban preocupados.
Rafa Molés: Dejamos la cámara en el suelo. Cerraron la puerta. Caminé hasta un bar de Burjassot a por café, con compañeros. Agotado, pero ya relajado. Conversamos y me dormí en el hombro de Laura Anaya, ayudante de realización.
Maribel Vilaplana: Salir y ver a tanta gente aplaudiendo fue un shock. Mi marido estaba fuera. Comí algo y fuimos al colegio a por nuestros hijos. Tuve un golpe de realidad brutal. Y al ver cómo la gente me daba el pésame fui consciente de la trascendencia. En el colegio todo el mundo lo había visto. Y cuando salieron mis hijos, mi hija rompió a llorar. Tenía 9 años. Era un día en que se estaba recogiendo comida para el Banco de Alimentos. Y hubo niños que le dieron comida a mi hija, porque sabían que sus padres estábamos trabajando en la tele y nos acabábamos de quedar en paro.
Genar Martí: Me fui a casa con mi mujer y desde allí atendí a compañeros periodistas para luego caer roto y destrozado.
Alberto Fabra: Se generó más tensión de la necesaria y se podría haber programado mejor la desconexión. Pero si pudiera dar marcha atrás volvería a cerrar las emisiones, porque el coste era inasumible. Y creo que los que nos criticaron, también. Posiblemente aquello influyó en nuestra derrota electoral posterior, pero el nuevo gobierno que participó en las movilizaciones de Canal 9 hizo una televisión igual que la que nosotros propusimos. Y al reactivar À Punt yo hubiera hecho una televisión del futuro, no más de lo mismo.
José Císcar: Muchos en el Consell lamentamos que no se llegara a un acuerdo con la parte sindical. Ofrecíamos una tele con 850 o 950 trabajadores de los 1.600. À Punt arrancó con 400. Al final la oferta que hicimos no era tan mala.
Álvaro Rodríguez: Temía que acabara como la televisión griega y al final no hubo heridos ni detenidos. Comprendía las presiones y sentimientos. En mi vida he arrestado a muchos delincuentes, pero a ningún trabajador.
Vicent Mifsud: Se destrozó el audiovisual. Aquello me marcó de por vida. En los meses posteriores a los despidos hubo seis infartos en la plantilla y murieron dos trabajadores. Fue un terrible impacto emocional.
Maribel Vilaplana: ...una decisión caprichosa e irresponsable. Un despropósito. Sufrió mucha gente colateralmente y se rompió una industria.
Carles Claver: Una injusticia. Era joven y salí adelante, reforzado. Otros no tuvieron tanta suerte. Al final, siempre pagan los de abajo.
Manolo Montalt: Una faena para todos. Pagaron justos por pecadores. El ambiente en los últimos días era muy tenso.
Jorge Carretero: Tenso y emotivo. Profesionalidad y compañerismo hasta el final. Después sentí vértigo.
Vicent Sempere: Me quedo con lo bueno. Fui feliz en esa empresa, pero esos dos últimos años un poco angustiosos hicieron que ahora no me haya apetecido volver a À Punt.
Rafa Molés: Me impresionó que tanta gente sintiera la tele como suya, a pesar de todo. Y vergüenza de que fuéramos la única tele pública de Europa que se cerraba por acción política.
Genar Martí: Esa noche me marcó para siempre. Logré salir adelante, pero fue un antes y un después. Además de un hito televisivo.
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