Los 300 de 'Ilustres ignorantes'

No te preocupes, que lo más probable es que dure dos o tres meses, no más», le dijeron a Javier Cansado allá por 2008. «El primer contrato que firmamos era trimestral, porque la idea era hacer tres programas y ya está», comenta el cómico, que pensó que llegarían a hacer seis «con suerte». Y, sin embargo, esta noche a las 22.30 horas celebra los 300 programas de 'Ilustres ignorantes', en el canal #0, de Movistar y lo hace con David Broncano, Ignatius Farray y Quequé como invitados.

Para Cansado, un espacio como este «sería muy complicado hacerlo en otra cadena», ya que «no admitirían el contenido ni seguramente hubiese tenido el nivel esperado». Además, revela que ha grabado para ellas «algún piloto, pero con cortapisa». Y es que el veterano humorista quiera hablar de lo qué le dé la gana, como piensa y sin cortarse, lo que para él «es maravilloso».

Pepe Colubi recuerda, por su parte, que durante «las primeras dos temporadas el programa era mensual», que «luego pasó a ser quincenal», y que «ahora es semanal», por lo que espera que los jefes «no lo toquen y pase a ser diario». Esos mismos jefes fueron quienes en el arranque sólo les dijeron «pasadlo bien», una orden que ellos han seguido «como talibanes», en palabras de Colubi.

El cómico que ve sexo hasta en un ladrillo, como «acertadamente» le radiografió un profesor, asegura que lee «con empatía, pasión», y sintiéndose «al mismo nivel de odiar el mundo» los comentarios al programa. Aunque el odio le parece bien, porque «esa gente que lo hace por YouTube, a lo mejor no mata en la vida real», por lo que, a su modo de ver, 'Ilustres ignorantes' hace «una labor social».

En ese sentido, Cansado afirma que en España nunca se ha tenido sentido del humor. «Nos gusta acercarnos a los problemas con cachondeo y tal, pero no con sentido del humor, porque en cuanto algo te afecta, siempre saltas, ahora, hace diez años o hace veinte años», reflexiona. Mucho más tajante es Javier Coronas, que reta a quienes le odian o quieran decirle «alguna cosa peyorativa del programa», a que cuando le vean por la calle le digan: «'Oye, tu programa me parece una mierda', para así él poderles «reventar la cabeza directamente de una hostia», pero «con diálogo», «de tuitero a tuitero sin tener Twitter, como se haría en el siglo XII», ironiza.

Para el showman, los 300 programas de 'Ilustres ignorantes' significan también «600 regalos de un chino», con los que obsequia a sus invitados en los instantes finales de cada entrega. El presentador apunta que, tan sorprendido como ellos de la cifra, está el dueño del bazar, que «tiene los ojos occidentales ya», y que debe de estar pensando que «estoy enfermo», o que «tengo una casa muy grande o el síndrome de Diógenes de los chinos porque todo lo que me llevo no viene a cuento».

Coronas, tan mordaz como el programa, habla de las «malas influencias» de 'Ilustres ignorantes', habida cuenta de que, gracias a ellos, ahora tiene trabajo gente como Broncano, «que era un señor delgado que bebe Cola Cao»; Ignatius, elegido como sucesor por si alguno de los tres fallece; y Quequé, «que estaba a punto de morir por sobredosis», y al que «hemos recuperado». En definitiva, «gente muerta del humor», donde el más claro ejemplo es el humorista y compositor Pepín Tre, ya que «murió en el 86 y nadie lo sabe». Por eso, el invitado con más participaciones de la historia del programa (14) tiene también su hueco esta noche en un programa que, obviamente, «está grabado de antes».