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Sábado, 5 de abril 2025, 07:15
'Mariliendre' es un término que hace referencia a la expresión inglesa 'fab hag' de la jerga del colectivo gay. Una mariliendre es una mujer que se asocia principal o exclusivamente con homosexuales o bisexuales. En películas, series o literatura de temática LGTBIQ+ es fácil identificar a este personaje. Las marilindres, por lo general, siempre han estado relegadas a un segundo plano, pero lo cierto es que su importancia en la historia suele ser clave.
Esto es lo que quería plasmar Javier Ferreiro en su nueva serie, 'Mariliendre', la historia de una mujer que es el alma de la fiesta, a la que todos sus amigos admiran y escuchan como a nadie pero que, cuando los años pasan y la veintena queda en el recuerdo, se queda sola, se vuelve nostálgica y pierde a sus amistades.
Con motivo de su presencia en el LABdeseries de Valencia, hablamos con Ferreiro sobre su serie (que además ha sido producida por los Javis) y sobre temas como la amistad, la nostalgia y el fin de la juventud.
-'Mariliendre' habla de una mujer de 35 años a la que le atormenta el pasado y le aburre el presente. Es una preocupación muy millenial, ese miedo a que lo que hagas acabe atormentándote.
-Sí, supongo que siempre hay una inquietud sobre el pasado y la nostalgia. Hay que tener mucho cuidado con eso. Tendemos a pensar que el pasado fue mejor de lo que realmente fue. Hay un desasosiego vital sobre dónde estoy, lo que soñé, lo que he conseguido… A mí me gustaba la idea de un personaje que reniega y se olvida de lo que fue en el pasado.
-Blanca Martínez decía que ha sido muy enriquecedor interpretar a la protagonista por la evolución tan marcada que tiene, que además se desarrolla en diferentes edades.
-Para Blanca ha sido un reto porque se ha metido en la piel de Meri en diferentes momentos del pasado y el presente. Al principio, aparece la Meri convirtiéndose en mariliendre, rodeada de su grupo de amigos. Esta Meri disfruta de la noche y es la reina del bakalao. Luego está la Meri del presente: han pasado diez años, se ha enfrentado a la soledad como le ocurre a la gente en la vida real. A ella, en la serie la abandonan, se ve obligada a madurar. Era un reto interpretativo grande para Blanca.
-Tu historia también habla de las personas que se marchitan, que vivieron su apogeo y, sea por lo que sea, acaban siendo olvidadas o caen en un pozo de desesperación al no poder eternizar aquel pasado que fue mejor.
-Es una serie que habla mucho de la amistad, que es algo que cambia mucho con el tiempo. No solo a nivel de grupos de amigos. También evoluciona mucho la amistad con los padres. Y perder a un padre, como le ocurre a la protagonista, es muy traumático si encima es tu amigo. A ella le ocurre así: era el único amigo que le quedaba después de que el resto la dejara de lado. La evolución de la amistad es un tema que me interesa mucho. Las relaciones, con el tiempo y el cambio de intereses de los veinte a los treinta, cambian mucho. Cambian las inquietudes, el estado vital… Conservamos las amistades del pasado pero las cosas son diferentes.
-Has creado personajes muy profundos, con muchos demonios y mucho camino de mejora por andar. ¿Cómo ha sido este proceso?
-Empieza con una primera idea mental y acaba con un cuadro de desarrollo discutido entre los guionistas. Es un trabajo de mucho tiempo que, además, se aterriza con la puesta en escena, y entonces lleva todavía más trabajo porque hay que darle al personaje la puntada final.
-¿Cómo te surgió la idea de la serie?
-En las películas y series de temática LGTBIQ+ siempre había visto que la figura del mariliendre estaba relegada a un segundo plano. La amiga para lo que sea, la salvadora a veces, la que defiende al protagonista; pero siempre desde un papel secundario. Empecé a pensar en las mariliendres de mi vida y sentí que a todas ellas, con el paso de los años, les había cambiado mucho la vida. Siempre rodeadas de hombres gays en la juventud, pero luego, cuando cada uno toma su camino, una mariliendre también cambia mucho.
-Chueca en los 80 se consideraba un barrio degradado y, con el paso de las décadas, se convirtió en un referente para el colectivo. En los 80 era un barrio que, pese a estar en las antípodas de lo políticamente correcto, se alzó como el refugio de toda una comunidad LGTBIQ+, que en esa época no tenía la libertad que tiene ahora. ¿Qué me puedes decir de esto?
-Chueca ha cambiado mucho. Antes era muy decadente, pero el movimiento lo transformó. Fueron naciendo locales, centros de encuentro y se convirtió en un barrio muy efervescente. Ha sido un reto rodar allí, porque quedan muy pocos locales de los de antes. Hemos intentado recuperar esos espacios. El turismo lo ha cambiado todo. Ahora Chueca es un referente mundial para el colectivo, un estandarte de libertad y un punto de encuentro para muchísima gente.
-¿Cómo ha sido trabajar con los Javis?
-Ya trabajé con ellos en la secuela de 'Veneno'. Escribí varios episodios. Y ahora, con 'Mariliendre', ha sido muy gratificante. Se implican mucho en los procesos, les gusta estar al tanto de todo lo que pasa. Eso me da mucha seguridad, porque lo cotejan todo contigo. Si el proyecto acabó en sus manos productoras es porque era lo adecuado. Compartimos inquietudes, gustos… Son muy exigentes, pero a mí eso me gusta, porque yo también lo soy.
-Esta es la primera serie musical de Atresplayer. Y es muy raro ver series que a su vez sean musicales. ¿Qué tiene mariliendre de innovadora?
-En España no son muy comunes los musicales, siguen siendo algo un poco extraño, en contraste con el audiovisual estadounidense, que produce muchos más. Mariliendre tiene la gracia de que los temas musicales son de adolescentes versionados en diferentes estilos, lo que me parecía muy importante para que la serie ganara riqueza. Las canciones, además, no están solo por estar, sino que van haciendo evolucionar la trama, tienen un reflejo claro en la narrativa. Ahí radicaba el reto de encontrar canciones existentes que tuvieran eco en los personajes y su evolución. Esta serie no se arrepiente de ser musical. Los temas tienen que ver con la época, los años 2000. Son temas sobre salir de fiesta, compartir la vida con amigos, pasar momentos emocionales fuertes… Siempre digo que todo está inventado, pero la perspectiva que le das a las cosas es lo que hace que una obra brille.
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