El lado más íntimo de Rubiales en el Chester: la «tremenda cagada» de la Supercopa y el momento en el que casi muere su hija

El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, ha acudido como invitado al 'Viajando con Chester' de Risto Mejide para hablar sobre fútbol y mucho más que eso.

El responsable del fútbol español ha abordado durante la entrevista, grabada a pie de campo en el Estadio Escribano Castilla de Motril (Granada), todo tipo de temas como la polémica en la entrega de medallas en la Supercopa femenina, la destitución de Luis Enrique como seleccionador nacional o el 'caso Negreira'. Además, el andaluz ha ido más allá del plano deportivo para abrirse en su lado más personal, con algunos momentos que han marcado su vida.

«Nos parece tremendo que una persona reciba dinero de un club casi 7 millones de euros siendo vicepresidente de los árbitros». El presidente ha asegurado que confía «mucho en la justicia de España y tarde o temprano se van a poner las cosas en su sitio».

A las jugadoras del Barcelona y de la Real Sociedad, tras la final de la Supercopa femenina disputada en Mérida, nadie les entregó las medallas de campeonas y subcampeonas respectivamente.

«A nivel de imagen fue desastroso, no lo voy a negar. Cuando vi que las jugadoras estaban cogiendo las medallas de la mesa me di la vuelta para mirar a la persona encargada del protocolo y le dije que quién había hecho esto porque está fatal», confesó Rubiales.

El presidente de la federación ha admitido que con este fallo en el protocolo se «tira por tierra todo el trabajo que se puede hacer», con una «imagen que es nefasta». Además, el andaluz ha confesado que fue «una tremenda cagada». «Me han llegado muchas criticas por eso, estoy de acuerdo con que no hay que volver hacer eso», ha concluido.

Durante la entrevista Rubiales también ha querido agradecer el apoyo de su familia durante estos años. En concreto, el responsable se ha referido a sus tres hijas, fruto de su matrimonio junto a la abogada Manuela Delicado Vega. Y se ha emocionado al recordar el momento en el que casi muere una de ellas.

«Lo pasé fatal sobre todo con una de mis hijas. Estuvimos en el hospital durante dos semanas. Fue grave, una conmoción de una caída y tenían que taladrarle el cerebro. Al final, gracias a Dios, no hizo falta. Lo tenía al lado del cerebelo y estuvo a nada de morir», ha recordado Rubiales.

Para el presidente de la RFEF, esas dos semanas probablemente han sido las peores en su vida, porque se temía lo peor. «Estuvimos dos semanas allí en planta. Yo le cogía de la mano y le decía 'vamos andando hasta allí'. Solo movía una pierna, no era capaz. Había quedado afectada su psicomotricidad. Al principio no te decían nada los médicos. Después, vino uno y me dijo: 'Luis, esto va a ir bien'», ha recordado visiblemente emocionado.

En este sentido, Rubiales confiesa que desde entonces lo único que le importa es que sus hijas estén sanas, y no tanto las críticas que recibe en el ámbito deportivo y por su gestión en la federación.

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