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Con apenas 5.650 vecinos, Llerena ha saltado a la fama este verano en toda España. Su vecino más ilustre, el deportista Álvaro Martín Uriol se ha convertido en campeón olímpico en París 2024 y además ha sido elegido para participar en el Grand Prix del Verano de TVE, el programa de pruebas familiar en el que este 26 de agosto se enfrenta a los navarros de San Adrián por la última plaza de las semifinales. La localidad tendrá como padrino a Julio Iglesias Jr. mientras que el equipo rival contará con el apoyo de Alba Carrillo como madrina. Ambos equipos competirán en pruebas como los troncos, escala como puedas o el archiconocido de la «patata caliente» hasta el decisivo «diccionario».
Álvaro Martín, que fue oro en el relevo mixto y bronce en los 20 km marcha en los JJOO y es doble campeón mundial y europeo, da nombre a la pista de atletismo de una localidad que tiene un pasado histórico. Pero no es el único personaje ilustre de esta localidad. Situada en la Campiña Sur, a 117 kilómetros de Badajoz, en época de los árabes se llamaba Ellerina, lugar de disputa entre árabes y cristianos. Finalmente fue ocupado por Pelay Pérez Correa en el año 1243, maestre de la Orden de Santiago, a quien Fernando III de Castilla había confiado la reconquista de Sierra Morena.
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Fue residencia habitual de los Maestres de la Orden de Santiago y este hecho favoreció a la ciudad que ya en el siglo xv llegó a ser la sede del Priorato de San Marcos de León. Por esta razón llegó a ser el centro más importante del territorio, que hasta entonces había sido Reina.
En año 1340 se celebran en Llerena las Cortes, presididas por el rey Alfonso XI de Castilla. Al haber sido un territorio musulmán, una vez reconquistado el territorio se produjo un repoblamiento a través de familias leonesas, cántabras y vascas. Además se creó un importante núcleo judío dentro de la ciudad, lo que la convirtió en una población próspera y con altos niveles económicos y culturales y se produjo una convivencia pacífica entre las tres culturas: cristianos, judíos y musulmanes.
A lo largo de su dilatada historia, Llerena fue la cuna de numerosos personajes que destacaron por su contribución a la sociedad, no solo llerenense, sino española e universal, en muy distintos ámbitos. Entre ellos, pueden mencionarse al licenciado Zapata, miembro del Consejo de los Reyes Católicos, testigo del testamento de Isabel la Católica y consejero posteriormente de la reina Juana y del emperador Carlos V.
El nieto del anterior, don Luis Zapata de Chaves, el autor de la Miscelánea, el Libro de Cetrería y el Carlo Famoso, fue paje de Felipe II y de la emperatriz. Residió en la Corte y viajó por toda Europa acompañando al monarca.
También nació aquí Alonso de Cárdenas, último Gran Maestre de la Orden de Santiago, fundador de la iglesia de Santiago Apóstol de esta localidad.
En 1508 se instaló el Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición, conseguido por la influencia del licenciado Luis Zapata de Chaves, consejero y asesor de los Reyes Católicos y ayudado por la existencia de población hebrea en la Baja Extremadura. Fue el tercer tribunal de España, en cuanto a la extensión de su jurisdicción, ocupaba 42.260 kilómetros cuadrados, e incluía los obispados de Ciudad Rodrigo, Plasencia, Coria y Badajoz. Ocupando en Llerena tres sedes permanentes, el palacio prioral en la calle Zapatería, la casa maestral en la calle La Cárcel y, por último, hasta su abolición en 1834, el Palacio de los Zapata, hoy de Justicia en la calle Corredera.
Su época de máximo esplendor fue en el siglo XVI en que llegó a contar con siete conventos, además de una gran actividad cultural. En ese época llegó a tener 8.300 habitantes, muchos más que en la actualidad, y en el año 1640, debido al crecimiento alcanzando, Felipe IV le otorgó el título de ciudad. Pero a finales del siglo XVII empezó su decadencia influenciada por varios factores: la crisis política del imperio, la guerra con Portugal, gobernantes locales poco aptos, la expulsión morisca y sucesivas pestes que la mantuvieron aislada del exterior durante cuarentenas.
Desde entonces se mantuvo en un lugar secundario, aunque sigue manteniendo un patrimonio cultural y artístico importante. Ahora, gracias al deporte y la televisión, Llerena, el lugar donde también nació Juan de Zurbarán, pintor e hijo del insigne pintor Francisco de Zurbarán, vuelve a sonar en todo el país.
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