Maite se desilusiona al ver a su cita en 'First Dates': «Creo que la tiene normalilla, no muy grande»

Por el programa de Carlos Sobera, 'First Dates', pasan solteros con gustos y aficiones de lo más variadas. Después de seis años de emisión, los comensales del restaurante no dejan de sorprender al público y al equipo del programa de Cuatro.

El programa del pasado viernes estuvo protagonizado por la visita de Maite, una joven soltera que tiene claro que ella consigue a todo chico que le gusta. Según le explicó a Carlos Sobera, está en búsqueda de un hombre sincero «que no la tenga demasiado pequeña». Eso sí, le acllaró al presentador que si la tiene grande y no la sabe utilizarla, tampoco le iba a servir.

Robin, su cita, contó que su objetivo en la vida es tener tiempo para él y poder dedicarse a lo que le gusta. Al verle, a Maite le cambió la cara y no porque se estuviera imaginando el tamaño de su miembro, sino porque le gustó. De hecho, creyó que iba a ser «normalilla, no muy grande».

El joven está estudiando comercio internacional porque no quiere pensar que el lunes tiene que volver a su puesto de trabajo y sí trabajar desde cualquier lugar del mundo. Respecto a las relaciones a distancia, Maite le dijo que no se cierra a nada, pero sintió que él iba a ser un pasota en el amor. En la religión tampoco coincidieron, porque ella no practica ninguna de las dos cosas: «hice la comunión y ya».

Maite, por su parte, está trabajando como camarera mientras estudia quiromasaje, algo que despertó la curiosidad de Robin. Él nunca había conocido a una masajista y quiso saber cómo eran sus masajes, algo que a la soltera le molestó un poco porque «no hago masajes con final feliz». Muchas mujeres masajistas y fisioterapeutas tienen problemas con esas cosas y le dejó claro que no le había gustado nada ese comentario.

«¿Has estado con chicos?», quiso saber Maite. Robin le dijo que no y le devolvió la pregunta. Ella le contó que hacía cositas con sus amigos y que había hecho las dos combinaciones posibles de tríos. Él nunca había vivido esa experiencia y ella le ha contado que no estaba mal.

Mientras que trataban el tema sexual, se miraron a los ojos y Maite tuvo claro que su cita no le gustaba. En el momento de la decisión final, él pensó podían seguir conociéndose porque la primera toma de contacto había estado muy bien, pero ella le explicó que se había sentido incómoda cuando sus miradas se cruzaban y que solo podían ser amigos.

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