Médicos en su papel
Dos jóvenes facultativos que renunciaron a la medicina por la interpretación protagonizan la serie 'Centro Médico'
MIGUEL ÁNGEL ALFONSO
Sábado, 9 de septiembre 2017, 00:11
La noticia cayó como un jarro de agua fría en casa. Hubo un cruce de miradas, dos pares de ojos sorprendidos que se enfrentaron al halo de romanticismo y determinación que solo son capaces de desprender los jóvenes a los que el miedo les corroe por dentro. Así amaneció el día en que cambió para siempre la vida de Octavi Pujades (Sabadell, Barcelona, 1974) y de Ana Cela (Madrid, 1983). Ambos les acababan de comunicar sus padres que iban a dejar la medicina para perseguir el sueño de ser actores. Habían superado el laberinto del MIR, la prueba a la que cada año se someten en España miles de recién licenciados en Medicina para decidir su especialidad, y estaban a punto de dejar a un lado siete años de esfuerzos. Pero, a veces, la determinación supera a la sensatez. Por suerte, todos acabaron contentos, porque sus progenitores han tenido el gusto de ver a sus hijos ejercer con la bata. Al menos en la ficción, ya que ambos interpretan actualmente a dos facultativos de 'Centro Médico', la serie de TVE producida por IZEN Producciones, que regresa con su séptima temporada este lunes (a partir de las 18.10 horas) y que mezcla casos clínicos reales, de forma didáctica, con tramas personales.
«Aquello fue un drama, imagínate, un rechazo total, pensaban que me había vuelto loca», recuerda Ana Cela. «Además, en mi familia no hay ningún artista y no me comprendieron. Ellos ya me tenían colocada (risas). Que mi familia se pusiera así lo puedo entender, pero hasta mis propios amigos no lo entendían. Son años de mucho sacrificio con la medicina, estaba con hipotecas... Y de repente me vi sin empleo, sin un duro y apostando por algo muy incierto. Volví a ser una adolescente».
En el hospital donde nació
«Mi familia pensaba que me había vuelto loca», dice Ana Cela, que dejó la medicina tras ejercer 4 años
Ella sí llegó a ejercer. Cuatro años de Medicina Interna en el Hospital la Fe de Valencia y dos meses en una clínica de Cirugía Estética de Mallorca. Harta de guardias de 24 horas y pensando que aquello no era lo suyo, se presentó a su primer 'casting'. Y cuando nos dice con una sonrisa que «aquello fue mágico» no exagera un ápice. El papel que le ofrecieron fue precisamente el de una doctora, Silvia Marco, en una serie que se rueda en el mismo recinto donde ella nació hace 33 años, la Clínica Nuevo Parque de Madrid, cerrada en 2009 y a la que 'Centro Médico' le ha dado una segunda vida en la ficción. Una metáfora perfecta de estos dos galenos metidos a actores, y que parece tan real, con sus enfermeros fumando en la puerta y una ambulancia aparcada en la acera de enfrente, que hasta hay vecinos que se confunden e interrumpen las grabaciones para pedir que les atiendan. «Nos pasa cada semana», reconoce Cela.
El caso de Octavi Pujades fue más directo, porque solo se ha puesto la bata para interpretar al doctor Mendieta en esta serie. Abandonó la medicina justo después de sacarse el MIR, y aunque quería ser psiquiatra ha acabado siendo neurólogo en 'Centro Médico'. «Acabé la carrera en 1998 y me saqué el MIR al año siguiente. Es duro porque la preparación es muy complicada, hace falta ir a academias que cuestan su dinero. Así que tuve que empezar a hacer trabajos de publicidad fotográfica para pagármelo. Justo coincidió que encajaba para una serie de una productora, por lo que no me fui con una idea vacía, a perseguir castillos en el aire. Incluso tenía un sueldo bastante superior al que podía aspirar siendo médico, sobre todo al principio. Mis padres sintieron algo de miedo cuando se lo dije, como es normal, pero se lo tuvieron que comer», confiesa él, que cuenta con más bagaje sobre las tablas que su compañera, después de haber pasado por series como 'Amar es para siempre' (Antena 3) o películas como 'Cuerpo de élite' y '3 bodas de más'.
La reacción de los padres de ambos se entiende mejor con los datos de paro en la mano. Actualmente, según la fundación AISGE, tan solo el 8,17% de los intérpretes de nuestro país puede vivir de su profesión (el baremo está fijado en 12.000 euros al año), mientras que los médicos tienen una tasa de empleabilidad del 91,2%.
Salvando vidas reales
Aunque los dos han guardado su título en el cajón, siguen salvando vidas, y no solo en la serie. Gracias a los consejos preventivos que ofrecen mirando a cámara en cada episodio, en marzo de este año Manuel Rodríguez Muñíz, un niño de 10 años seguidor de 'Centro Médico', salvó la vida a su padre después de que éste sufriera un síncope. Sin dudarlo, llamó al 112 y le dijo a la operadora: «Mi papá está muy malo, llamen a una ambulancia», y acto seguido empezó a practicarle el boca a boca, una técnica de reanimación que, como confesó él mismo, había aprendido viendo hacer lo mismo en la televisión a Pujades y a Cela.
«Recibimos la noticia con mucho orgullo. Cuando haces un formato así, sobre todo en las partes que llamamos 'totales', esos consejos a cámara, notamos que van calando en el acervo cultura de los espectadores. Son una especie de fábulas para que a la gente le entre mejor la información. Ese caso es la constatación palpable de que nuestra labor tiene sus frutos», explica el ficticio doctor Mendieta.
- ¿La puerta de la medicina está cerrada para vosotros
- Octavi: En principio, la tengo cerrada. Si acabé siendo actor es porque esta es mi verdadera vocación. Te podría decir que nunca se sabe, pero para reengancharte a una profesión que está tan en constante evolución y donde hay tal volumen de datos sería muy difícil, como empezar de cero.
- Ana: No creo, estoy muy contenta. Pero muchas veces me lo planteo, hasta que recuerdo lo que era hacer guardias sin dormir, esos nervios... Aquí te frustras si una secuencia sale mal, pero ninguna vida está en juego, no se puede comparar.
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