La queja más amarga de uno de los directores de 'Babylon Show': «13 días nos han dado para competir»

Trece días en la parrilla televisiva. Ese es el tiempo que ha durado 'Babylon Show', el programa presentado por Carlos Latre, que pretendía competir en el 'prime time' contra dos transatlánticos como 'El Hormiguero' y 'La Revuelta'. Una batalla en la que salió perdedor el nuevo formato de Mediaset, que se vio obligado a anunciar su cancelación el pasado miércoles en una decisión que no sorprendió a los espectadores.

Las bajas audiencias cosechadas llevaron a la cadena a prescindir del programa e introducir en parrilla otros como 'Gran Hermano' para tratar de reconducir la senda. Algo que por lo que se ve no ha sentado bien a los trabajadores del programa, especialmente al director de casting, Mario Revuelta, que se ha desfogado en redes sociales contra la productora al considerar que han tenido poco tiempo para demostrar su valía.

«Babylon Show ha echado el telón, de on pasamos a off. 13 días nos han dado para competir contra la inercia y maquinaria de nuestros dos claros competidores, que llevan emitiéndose 19 y seis años, respectivamente», comienza Revuelta en su publicación mostrando su malestar por la poca paciencia demostrada. Cabe recordar que el programa de Carlos Latre marcó un paupérrimo 3,3% de cuota de pantalla durante la última semana con apenas 400.000 espectadores.

Con todo ello, el que fuera director del programa llega a dos conclusiones. La primera de ellas, según expresa, es lo «indignante que las cadenas negocien tan a la baja los presupuestos para dar luz verde a un programa tan enorme» y la poca paciencia al medir resultados.

«No se pueden pedir estrellas de renombre, decorados espectaculares, llenar el plató de cosas, humor original y mordaz, ser originales sin perder la esencia, meter 1.000 elementos y colaboradores si no pagas por ello y la promoción que se permite hacer a los artistas es paupérrima», denuncia Revuelta. «Los directivos de televisión piden oro desde el minuto uno, pero no dan herramientas para conseguirlo, porque los presupuestos, recursos y equipo se cierran a mínimos. Es como pedirle a un bar de barrio que prepare la cena de 800 jefazos de la ONU en dos horas, con todo perfecto a la primera. Así no se puede», sentencia.

Y la segunda de las conclusiones, lo dañiños que pueden llegar a ser los usuarios en redes sociales y el escarnio al que se someten las figuras públicas que hacen este tipo de contenidos: «Llevo a orgullo no tener redes sociales (ni X, ni Instagram, ni Tiktok... sólo LInkedIn por su evidente utilidad profesional), pero me asombra la maldad, escarnio y deseo de fracaso que nos ha transmitido gente anónima desde el minuto uno, incluso antes del estreno, tanto en esas redes como en comentarios en medios de televisión y hasta nacionales».

«Que esas personas no tengan nunca un tropiezo por favor, que nunca se les detecte un error ni nadie ponga en duda su valía sobre cómo tienen que hacer las cosas, que para eso está el equipo de Babylon Show. 200 personas que han luchado hasta 16 horas al día para que el programa fuera cada día mejor», concluye.

Revuelta quiere añadir una moraleja: «Trabajar en televisión se está convirtiendo en una trampa, una amenaza a la salud mental situada entre el disparate, la locura, la vanidad descontrolada y cierta esclavitud. Seguro que quedan algunos reductos donde se puede trabajar en televisión con intensidad, creatividad, respeto y hasta disfrute, pero no sé dónde están». Para cerrar el asunto, el directivo incide en que «no todo vale por trabajar en la televisión. En fin cierro etapa, abro otra. Gracias».

No obstante, ante la repercusión de la publicación, Revuelta ha optado por eliminar el post publicado en su cuenta de Linkedin durante la tarde del viernes. Se desconocen los motivos que le han llevado a tomar esa decisión después del calentón de hace unos días.

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