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La queja de un comensal sobre la comida de 'First Dates'

Albert fue muy irónico al opinar sobre las raciones que ofrecen en el restaurante de Carlos Sobera

CLARA ALFONSO

Valencia

Lunes, 5 de diciembre 2022, 22:42

Por el programa de Carlos Sobera, 'First Dates', pasan solteros con gustos y aficiones de lo más variadas. Después de seis años de emisión, los comensales del restaurante no dejan de sorprender al público y al equipo del programa de Cuatro. De vez en cuando, no solo son los participantes los que se llevan las críticas, sino también la comida que ofrece el restaurante del amor.

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Albert llegó muy prudente a 'First Dates', donde se presentó como un hombre pasional y cariñoso, pero «dentro de casa». Al ver a Rosa, su cita, no sintió el flechazo que esperaba. Según explicó, a él le gustan «bajitas y delgaditas». A ella tampoco le terminó de gustar: esperaba un hombre que se arreglara para la cita y Albert, en su opinión, no lo había hecho.

La cita entre ambos no comenzó del todo bien. Los solteros hablaron de sus signos zodiacales y la cosa se torció un poco más. Al saber que su cita era Tauro, Roser no se cortó ni un pelo y le dijo que ella era Escorpio y que no se llevaba bien con Tauro porque «defienden mucho sus ideas y son prepotentes». Albert confesó que era un tipo que defendía sus ideas al máximo, pero que estaba abierto a que alguien le hiciera cambiar de opinión.

Antes de comenzar a cenar, Albert dijo irónicamente que volvería al restaurante «porque ponen poca cantidad». Con respecto a las relaciones anteriores, Roser le contó que ella era una mujer muy convencional y tradicional, algo que él también lo es, pero que asegura que solo es de puertas para fuera. No obstante, Rosa confesó ser una persona activa sexualmente cuando la otra persona le gusta y que es muy exigente. Albert, para rematar la cita, le respondió con un «eso lo dicen todas, pero cuando te sales de misionero, se lía».

En el momento de la decisión final, como era de esperar, Albert dijo que Rosa no era su prototipo físicamente, pero que le había parecido buena persona. Por su parte, Rosa no pudo evitar soltándole que las personas con pelo y barba en la cara le dan repelús.

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