CLARA ALFONSO
Valencia
Sábado, 28 de enero 2023, 03:07
Por el programa de Carlos Sobera, 'First Dates', pasan solteros con gustos y aficiones de lo más variadas. Después de seis años de emisión, los comensales del restaurante no dejan de sorprender al público y al equipo del programa de Cuatro.
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El programa de este jueves 26 de enero, recibió la visita de Ricardo, un hombre muy abierto de mente y sexualmente porque «la vida está para disfrutarla». Durante muchos años ha estado luchando por los derechos LGTBI. Ahora está buscando el amor y eligió 'First Dates' con el objetivo de encontrar a alguien «sincero, honesto y sobre todo, muy divertido».
Juan Antonio, su cita, se puso una camiseta con la leyenda «marijevis» porque él es «marica y heavy». No era el hombre alto que Ricardo esperaba, pero le vio atractivo. El soltero es cocinero «estrella michelín» y confesó que le solían gustar los hombres rudos y con mucho pelo.
En mitad de la cena, Juan Antonio tuvo algunos problemas para leer la tarjeta del 'Rasca del Amor' y Ricardo le pidió que le dejara probar a él, que no dudó en quitarse la lentilla en directo. «¡Qué arte!», exclamó su cita impresionado con la facilidad con la que lo había hecho: «yo me hubiera puesto el ojo cómo un tomate».
Superado el momento ojo, se pusieron a hablar sobre sus fantasías sexuales y Ricardo le dibujó un cuarto preparado, con luces, herramientas sexuales, lencería… Algo que a Juan Antonio no le hizo mucha gracia, porque a él no le gusta la lencería femenina: «Me gustan los calzoncillos blancos, me ponen burraco».
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Respecto al lugar más raro en el que les gustaría tener sexo, Juan Antonio dijo el monte o sobre la lavadora, pero también confesó que era un hombre muy tímido. Ricardo sintió que él tenía mucha más imaginación en el tema sexual y le dijo que le ponía mucho hacerlo en la cocina y jugar con las herramientas y alimentos. Algo que su Juan Antonio no terminó de ver: «Yo lo veo como mi lugar de trabajo en el que paso encabronado ocho horas todos los días».
De repente, Ricardo levantó la mano y pidió permiso para ir al servicio: «Me hago pis y me cago todo el rato. No sé muy bien por qué me pasa», soltó. Al regresar, Juan Antonio se ha mostró muy interesado en tener su teléfono y volver a saber el uno del otro, no veía motivo para no continuar conociéndose. Sin embargo, Ricardo se mostró cortante, le dijo que estaba en un momento de su vida muy selectivo y que su anterior pareja le había dejado el listón muy alto.
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En el momento de la decisión final, Ricardo le explicó que él se sentía mucho más abierto e imaginativo en el tema sexual y que el soltero era demasiado tradicional para él.
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