Ana Rosa: «No me iba a quedar refugiada en mi casa»

Responsabilidad es la palabra que más repite estos días Ana Rosa Quintana, que a sus 64 años se enfrenta cada mañana a casi cinco horas en directo hablando del coronavirus en su programa, ahora considerado servicio esencial. «Es un estrés», reconoce. Tanto que tuvo que parar dos días porque se quedó sin voz.

-¿Tuvo miedo de que fuera algo más que una afonía?

-No, porque es la alergia de todos los años y no soy nada hipocondriaca. Además, me tomo la temperatura a diario. A todos los que salimos a trabajar nos deberían hacer un test.

-Creo que ya no abraza ni a sus hijos.

-En casa mantengo las distancias. Salgo a las 6.45 de la mañana, vuelvo a la hora de comer y ya no me muevo. No saco al perro ni voy al súper. Dejo mis zapatos fuera, tiro guantes y mascarilla, me lavo las manos...

-¿Y cómo lleva ese distanciamiento a nivel psicológico?

-Mis hijos ya son mayores y lo entienden. Estoy muy bien con la familia. Pero también me siento muy triste, porque pienso en la cantidad de personas que han muerto.

-¿Siente que se está jugando la salud sin que nadie la aplauda?

-A mí esta profesión me ha dado mucho y creo que ha llegado el momento de devolverle algo. No me voy a quedar en mi casa refugiada. Aplausos se merecen las cajeras, las limpiadoras, los que recogen las basuras, que tienen un trabajo mucho menos reconocido que el mío.

-Un colega en la radio puso en duda que su programa fuera un servicio esencial. ¿Le ha dolido?

-Me ha sorprendido. A mí ya no me duele nada.

-¿Usted también desearía ser ahora mismo alemana?

-Alemania, Portugal y Grecia lo han hecho muy bien. Pero no me gustaría estar en el pellejo de las personas que están pilotando esto. Es lo peor que ha pasado en nuestro país desde la Guerra Civil.

-Ha sacado en su programa a Pablo Iglesias yendo al súper sin mascarilla. Y creo que no es partidaria.

-Me parece fantástico que Pablo Iglesias vaya al súper, pero creo que debería haberse puesto mascarilla, aunque no sea obligatoria.

-¿Le están decepcionando los políticos?

-A mí me gustaría que hubiera en este momento más unión, pero no sé quién tiene la culpa.

-¿Reprime mucho sus opiniones políticas?

-Mis opiniones políticas solo las doy en mi casa. Nosotros no estamos para decir a la gente lo que tiene que votar.

-Sin embargo, en su entrevista a Santiago Abascal algunos la situaron al lado de Vox.

-Estoy acostumbrada. Cuando gobernaba el PP y sacábamos los temas de la corrupción éramos rojos peligrosos, ahora si no aplaudes todo lo que hace el Gobierno eres facha.

-¿Sus gemelos también se están portando bien?

-Sí, es algo increíble. Han cumplido los 15 y están haciendo sus clases 'online' con una tranquilidad, con una armonía... ¡Mejor que nunca!

-¿El culebrón de Alfonso Merlos marca el inicio de una desescalada en su programa?

-Ay, pobre Alfonso... Debo de ser la única persona en España que no había seguido ese tema. En casa vemos películas, consumimos otras cosas. ¡La que se ha armado! Pero es que llevamos muchas semanas hablando del coronavirus y nuestro público necesitaba un respiro.

-¿Va a celebrar el Día de la Madre?

-No, porque no tengo el cuerpo para celebraciones. La verdad, no me apetece.