Una soltera rompe a llorar antes de darle calabazas a su cita: «Creo que has seguido un guión»

Desde que se estrenara en 2016, por el restaurante de 'First Dates' han pasado miles de personas en busca de su media naranja. El programa presentado por Carlos Sobera organiza citas a ciegas para que solteros y solteras le den una segunda oportunidad, aunque algunas veces no sale del todo bien.

Livia llegó al programa asegurando ser una mujer luchadora y persistente. Es Miss Trans Melilla y está feliz consigo misma. Busca a una persona que le haga bien y prefiere que lo más bonito sea su interior.

Estefanía, su cita, tiene su vida medio resuelta, «solo me falta alguien que quiera ser feliz conmigo». Tiene dos hijos, pero en el amor le ha ido regular porque «se me pegan todas las loquillas». Con el padre de sus hijos sí que le fue bien, pero con las mujeres solo ha tenido relaciones cortas e intensas. Pasó de personas bisexuales a «bollería y luego bollera entera».

La cita entre ambas comenzó tratando sobre sus profesiones y Estefanía le dijo que era «camarera, bollera y panadera». También le contó que le gustaba mucho ir a ver el atardecer en el Cabo de Gata y que le apasionaba «la cerveza, las croquetas y las almejas». Al escucharla, Livia tuvo la sensación de que su cita estaba siendo muy forzada y que Estefanía no era natural porque repetía muchos las cosas.

En el transcurso de la cena, Estefanía sentía que su cita estaba mucho más centrada que ella y que era una persona muy observadora, algo que le gustaba mucho. Sin embargo, Livia estaba alucinando al saber que ella se definía como una persona tóxica que ha llegado a cotillearle el móvil al padre de sus hijos.

Livia se interesó por saber cómo se había tomado la familia de Estefanía su homosexualidad y ella le dijo que perfectamente. En su caso, confesó que no había sido nada fácil porque su familia no entendía que le gustaran las chicas siendo trans.

En la decisión final, Livia quiso ser sincera con su cita al decirle que se había pasado toda la cena actuando y siguiendo un guión, pero los nervios le jugaron una mala pasada y rompió a llorar. Estefanía, muy generosa, le dio un abrazo y le dijo que no se preocupara porque sus comentarios no la iban a ofender. Al escucharlo, ella le contestó que se estaba equivocando porque ella era así, «muy loquilla».

Livia se quedó muy sorprendida con la reacción de su cita, que se mostró muy comprensiva. Las dos decidieron que podrían seguir conociéndose y formar una bonita amistad, pero nunca como pareja.

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