Un soltero de 'First Dates' alucina con el descaro de su cita: «No puedes ir a meter una lengua en el segundo dos»

El restaurante de 'First Dates' recibe cada noche la visita de solteros y solteras dispuestos a encontrar a su media naranja. O al menos, a intentarlo. El programa genera todo tipo de encuentros entre desconocidos. Desde rechazos instantáneos hasta flechazos a primera vista, a lo largo del programa se han producido todo tipo de situaciones.

En el programa de este miércoles, destacó la visita de Joel y José Carlos, dos solteros que se conocieron, se psicoanalizaron, se pusieron a prueba y se besaron. Sin embargo, los dos no buscaban lo mismo.

Marcos Joel ha vivido en varios países, ha experimentados muchas realidades y eso le ha ayudado a abrir su mente y saber que no solo hay una realidad. Ha tenido tres relaciones largas y explicó que estaba buscando a una persona con puntos en común, y con quién puedan enriquecerse mutuamente.

José Carlos, su cita, es un chico muy pasional y aseguró tener mucho amor para la gente: «Soy muy sexual, soy latino». Le atraen las personas inteligentes, «que no sean sosas». Al verle, Marcos quiso saber más cosas de él y hablaron de sus lugares de procedencia y de sus profesiones.

Ya en el primer plato, los solteros se interesaron por saber en qué se fijaba la otra persona y ambos coincidieron en que les gustaban los hombres inteligentes. José Carlos confesó que se considera listo más que inteligente y que le gusta copiar en los exámenes. Ambos estuvieron de acuerdo en que los chicos les entraban por los ojos, pero José Carlos quiso matizar: «A mí no me entra nada».

Con respecto a los celos, Joel aseguró que no era nada celoso, pero su cita lo dudó. También ha querido saber qué pensaba de las relaciones abiertas y Joel le dijo que no lo había probado, pero que ahora estaba en un punto en el que quería probar y no se cerraba. A José Carlos no le ha gustó en absoluto su respuesta, pero siguió preguntando hasta llegar al terreno sexual. Su cita presumió de ser muy sexual y le dijo que a él se le veía que era muy fogoso como buen latino: «Se le nota que le gusta hacer las tareas».

José Carlos sintió que le estaba psicoanalizando y no se equivocó. En el reservado, Joel no esperó a que su cita leyera el contenido de su bola del amor y se lanzó a besarle apasionadamente. El soltero pensó que su cita iba demasiado rápido: «No puedes ir a meter una lengua en el segundo dos», pero no dudó en besarle como si no hubiera un mañana.

En el momento de la decisión final, Joel tuvo claro que quería repetir y su cita le explicó que no quería tener más citas con él, pero sí podían quedar para echar un polvo o salir de fiesta. Joel se quedó sin palabras y declinó su propuesta siendo muy claro: «¡Que te follen!».

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