CLARA ALFONSO
Valencia
Jueves, 27 de octubre 2022, 01:33
Por el programa de Carlos Sobera, 'First Dates', pasan solteros con gustos y aficiones de lo más variadas. Después de seis años de emisión, los comensales del restaurante no dejan de sorprender al público y al equipo del programa de Cuatro.
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En el programa de este martes, Adriana y Guillermo se llevaron una grata sorpresa la encontrarse con un rollete del pasado en 'First Dates' y darse cuenta de que ambos habían cambiado para mejor. Los jóvenes decidieron volver a conocerse y volvieron a nacer curiosidades, como la de ver sus nuevos piercings corporales.
Adriana acudió al restaurante del amor en busca de una relación con la que poder ser ella misma, no le gustan los convencionalismos ni las cosas antiguas. Es bisexual y no tiene un prototipo de chico o chica. La joven se define como un «culo inquieto» a la que le gusta hacer muchas cosas.
Guillermo se presentó dejando claro que su cresta «significa revolución, igual que las rastas que llevaba antes, pero no es un signo antisistema, es un signo de querer cambiar el sistema». En el amor asegura que tan solo busca a alguien que le quiera y le cuide, y no le importa cómo sea su físico.
Al cruzar la puerta, Guillermo supo quién iba a ser su cita. Los jóvenes habían tenido otro encuentro íntimo. Según contó él, habían salido juntos de fiesta y en un momento dado estuvieron más unidos. Ya sentados, intentaron ponerse al día: ella sigue trabajando en el centro de Madrid haciendo perforaciones y él está en una serie de televisión y montando eventos. Continúa viviendo en Getafe, donde ha estado compartiendo piso con su ex, una relación de la que aseguró haber aprendido mucho.
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En la intimidad del reservado, Adriana le contó a Guillermo que a su abuela le daría algo si la viera con su nuevo aspecto. Algo que él entendió, porque cree que hay gente que nunca les va a entender. La conversación fue a más y comenzaron a hablar de sus piercings genitales. Guillermo lleva uno y sintió mucha curiosidad por saber dónde lo llevaba su cita: «¿Cuál llevas?». Momento en el que Adriana aprovechó para explicar todos los piercings vaginales que existen y cuál llevaba ella: «Llevo el vertical hood».
En la decisión final, ambos tuvieron claro que eran personas muy distintas con respecto a cuando se conocieron, así que quisieron volver a descubrirse.
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