La suculenta herencia que María Teresa Campos deja a sus hijas Terelu y Carmen Borrego

La considerada como la primera reina de las mañanas, María Teresa Campos, dijo adiós al mundo a sus 82 años este pasado martes en el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz rodeada de su familia después de varios días ingresada y con un cuadro médico de insufiencia respiratoria que hacía presagiar lo peor para la presentadora de televisión.

Posteriormente, sería trasladada al tanatorio de La Paz en Tres Cantos donde no faltarían amigos y diversas celebridades del panorama nacional para despedirse de una periodista icónica cuya envidiable trayectoria la avala esa afirmación. Atrás deja numerosos premios cosechados, entre ellos dos Premios Ondas, tres Antenas de Oro y dos TP de Oro, además del Premio Iris de la Academia de las Ciencias y las Artes de Televisión de España. También la Medalla de Oro de Andalucía (2000) y Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo (2017).

Gracias a eso y un estratosférico salario, Campos fue amasando una fortuna que ahora heredaran sus hijas, Terelu Campos y Carmen Borrego. Y es que en su etapa de Antena 3, María Teresa cobraba unos tres millones de euros al año a lo que hay que sumar otros 30.000 euros por cada programa especial que hacía.

Después de aquello llegó su momento en Telecinco, donde la cifra no descendería. El contrato con la cadena de Mediaset establecía que por la temporada 2004/2005 el sueldo sería a razón de «tres millones de euros (3.000.000 €) más IVA (a razón de 15.000 € más IVA por episodio)» distribuidos de la siguiente manera: 10% de la cantidad indicada se abonará con fecha 5 de septiembre de 2004. El 90% restante se abonará en diez pagos de igual cantidad cada uno de ellos el primer día 5 siguiente a la finalización de cada uno de los meses comprendidos entre septiembre de 2004 y junio de 2005 ambos inclusive, según publicaba el medio Vanitatis.

Todas sus ganancias permitieron a la presentadora invertir en numerosas propiedades. Campos era propietaria de una mansión de más de 2.000 metros cuadrados en Las Rozas y de un ático en Pozuelo. Además, contaba con dos viviendas en Málaga, una en la zona de playa y otra en pleno centro de la ciudad.

Sería finalmente en 2017 cuando comenzó a deshacerse de todas esas inversiones. En 2017 vendió el ático de Pozuelo por unos 1,3 millones de euros. Mientras que unos años después se desprendería de una de las propiedades de Málaga. En 2021, logró vender la casa que más deuda podía acumular, la de Molino de La Hoz (Las Rozas), por 2,5 millones de euros después de estar cuatro años en el mercado y darle grandes dolores de cabeza por su costoso mantenimiento.

Desde ese momento, la periodista decidió vivir de alquiler en un piso del barrio de Aravaca para estar cerca de sus dos hijas, que ahora, previsiblemente, recibirán su legado. En la casa contaba con personal de servicio, que cuidaba de ella en todo momento y con un chofer, Gustavo, que terminaría convirtiéndose en uno más de la familia.

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