Triángulos amorosos, lloros y broncas en el estreno de 'Gran Hermano'

'Gran Hermano' arrancó el pasado jueves con la presentación de los concursantes pero este domingo celebraba la primera gala, dirigida por Ion Aramendi. Y ya desde el inicio todo apunta a que la tensión no va a faltar en la casa. De hecho, ya se han producido los primeros enganchones entre los participantes.

Laura, la hija de de la exconcursante María José Galera, se ha convertido en el centro de las críticas por parte de sus compañeras. Daniela, Vanessa, Maica y Nerea han hecho equipo y coinciden en que no se fían de ella. «A mi Laura no me cae... me ha venido a pedir ropa, lleva mi ropa, no le he dicho que no porque soy buena persona», señalaba Daniela. «Laura necesita a otra persona con quien tener algo', añadía Vanessa.

María José Galera también defendía a su hija en el plató: «Es injusto lo que está pasando. Es injusto que Vanessa y Gabriela, a una niña de 20 años, la quieran pisotear y decir que ella ha venido al concurso a hacer edredoning. No perdona, ella ha venido porque su madre vino a 'Gran Hermano' y era su ilusión. Y su sueño se ha hecho realidad».

Los primeros lloros llegaban por parte de Óscar, que tenía un enfrentamiento con Maite. Ella le acusaba de haber querido cocinar para conseguir algo por parte del resto. Previamente, ambos ya habían discutido por un comentario que no sentó bien a la concursante.

Por otro lado, en la casa secreta, Lucía y Silvia desvelaban que son mellizas al resto. Además, dos concursantes iban a mudarse a la casa oficial. Iban a ser Violeta y Luis, que se iban a encontrar con Nerea, la pareja de él y que en el pasado tuvo un rollo con Violeta cuando ellas eran amigas. Esto supuso una importante brecha entre ellas. Ambos debían mantener su identidad en secreto, también para sus conocidos. Y decidieron llamarse Ainara y Diego. Pero la única que sabe quién son realmente y también la existencia de las dos casas será Laura.

En esta edición tampoco iban a faltar los líos amorosos. Maica se sintió atraída por Edi, pero él se había fijado en Laura, algo que no le sentó nada bien: «Necesito un huevo para limpiarme energéticamente de Edi. Yo lo veo un cucaracho», señaló. Por ello, la cartagenera decidió centrarse en Vulcan.

Por otro lado, Vanessa comenzó a sentir dudas respecto a su matrimonio con Javier, quien se encuentra en la casa secreta. Pese a que parecía la pareja perfecta, ella no lo tiene nada claro.

En la casa secreta, Violeta aseguraba estar cansada del recibimiento que ha tenido por su problema con Nerea. Luis discutía con ella al señalar que él tampoco lo estaba pasando bien.

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