CLARA ALFONSO
Valencia
Viernes, 21 de octubre 2022, 01:06
Complacer los gustos de los solteros y solteras que acuden a 'First Dates' en busca del amor no es nada fácil. A pesar de que Carlos Sobera y su equipo tienen información sobre los gustos de los participantes, hay veces que resulta complicado cumplir con todos sus requisitos.
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Sara llegó a 'First Dates' en busca de un chico guapo que supiera entender su inestabilidad y se encontró con 'el Yoni de Castellón, un joven tatuado que «parece haber salido del talego» y que se sorprendió al comprobar que le trataba como una persona normal.
Ella está cansada de que los chicos se interesen en ella por su físico, ella lo que quiere es a «uno que me pague los pedidos del Shein». Sara le contó a Carlos Sobera con total naturalidad que volvía locas a sus parejas, que sale muchísimo de fiesta y sobre todo, que es una «chica superficial que busca a un chico guapo». El presentador no pudo evitar reírse al escucharla, pero Matías pensó que era una joya por pulir, pero muy sincera.
«Soy el Yoni talego tatu, de toda la vida», se presentó Yoni. A su cita le gustó mucho su aspecto y que tuviera la cara tatuada. De hecho, confesó que no se fía de la gente que no va tatuada: «no tienen las cosas claras, nosotros sabemos lo que queremos para toda la vida».
Ya en la mesa, Yoni quiso saber la edad de Sara y se sorprendió al escuchar que tuviera 21, pero más le sorprendió a ella que Yoni tuviera 20. El comensal comentó haber tenido una vida complicada, pero rápidamente se pusieron a hablar de música, del rollo y de salir de fiesta en masías. Yoni aseguró que de fiesta se lo iban a pasar muy bien juntos y es que no todos los días se conoce «al Yoni, de Castellón, che».
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El joven contó que estuvo un año y medio con una chica, pero que no ha tenido suerte en el amor porque siempre le han engañado. Algo que sorprendió mucho a Sara, porque ha tenido varios novios y «medio Madrid ha pasado por la piedra».
Hablando de infidelidades, a Sara le ha hecho mucha gracia que Yoni llevara la palabra «cabrón» tatuada en la cara, pero a su madre no le hizo tanta: «tenía 17 años y fue el primer tatuaje que tenía en la cara».
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En la decisión final, ambos aceptaron tener una segunda cita. Entre ellos había surgido algo especial, ella tenía mucha curiosidad y él estaba encantado de haber encontrado a alguien que le tratara como a una persona normal.
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