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JOSÉ LUIS BENLLOCH
BILBAO.
Domingo, 26 de agosto 2018, 00:10
Diego Urdiales ha sido el gran triunfador de la tarde en Bilbao donde ha cortado tres orejas y abierto la Puerta Grande tras una actuación muy torera, muy de su estilo, ante dos excelentes toros de Alcurrucen. Los maestros Ponce y Juli dieron clases de poderío y vergüenza torera, en su caso frente a dos deslucidos lotes que hicieron imposible mayores logros. Con esa actuación y a falta de la corrida de Miura que cierra hoy el Aste Nagusia bilbaína, el diestro de Arnedo se perfila como triunfador de un serial que ha tenido altibajos muy pronunciados. Con un principio bueno con los victorinos y torrestrellas, frente a los que destacaron especialmente Álvaro Lorenzo y Román, la feria entró en crisis con unas corridas muy deslucidas de Cuvillo, Parralejo y Garcigrande y se ha ido arriba en este tramo final con las puertas grandes de Roca Rey y ayer de Urdiales.
Las dos faenas del riojano tuvieron fundamentalmente torería. Brilló a lo largo de su tarde la naturalidad y el toreo gustoso que le ha caracterizado siempre. Fue a más en su inspiración entre el gran contento del publico que entró pronto en las faenas y especialmente la segunda se vivió en un clímax de autentica pasión. Mató a los dos toros con contundencia y aunque pinchó previamente a su segundo, el presidente siguiendo el nuevo criterio de este año, sacó el doble pañuelo como reclamaban los aficionados.
Ponce le buscó las vueltas a sus dos toros, muy desrazados, hasta conseguir dos faenas de gran mérito y solo el mal uso de la espada le privó de trofeos. Juli por su parte dio una lección de bravura con el sobrero que hizo quinto al que acabó robándole una faena muy emocionante y por encina de las cualidades del alcurrucen. También el fallo a espadas le privó de cortar oreja.
En Valencia las noticias de la jornada despertaron los sentimientos más contradictorios. Tristísima la llamada que me anunciaba el fallecimiento de un gran torero y mejor persona, Pepe Martí. Banderillero valenciano de familia de toreros, buen capotero y excelente artista con las banderillas, fue a las órdenes de todos los toreros de la tierra especialmente de Santiago López, pero también de Manolo Herrero y de Ricardo de Fabra. Su categoría personal le hizo muy querido en los círculos taurinos en los que se le escuchaba con respeto. El velatorio está instalado en el tanatorio de cementerio municipal de Valencia.
La llamada feliz llegaba desde Bocairent donde, me aseguraba Santiago López, que un alevín de la Escuela de Valencia, había hecho el toreo con trazas de torero grande. Se llama Eloy Sánchez y es de Montroy. Tiene esas cosas que no se aprenden, quiere decirse que se nacen con ellas o... y ayer se manifestaron con un toreo muy despacioso y muy inspirado que dejó a los aficionados impresionados y alertas. Una pena que no se lo hayamos podido contar a Pepe Martí, tan apasionado él con los toreros de Valencia.
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