Valencia acoge la primera boda 'gaming' de España

Que el 'gaming' une ya lo habíamos dicho. Pero que un festival de 'gamers' llegara a ser el escenario de una historia de amor que acaba en boda, todavía no había sucedido. A partir de ahora ya no podremos mantener la segunda premisa y el evento OWN de videojuegos que se celebra en Feria Valencia es la causa. En el recinto que acoge el festival se vivió ayer lo que los organizadores han llamado «un cuento de hadas o, mejor dicho, una partida ganada». A última hora se celebró en el recinto la primera boda 'gamer' en un festival de España. María y Raúl, dos jóvenes que hace nueve años descubrieron su amor en el mismo pabellón, se dieron el sí quiero que les convierte en pioneros de una celebración con su personaje favorito y otros 'gamers' como testigos.

Los flamantes esposos son del mismo pueblo, Aldaia, pero no fue esa condición la que les unió. Pese a compartir lugar de residencia y también la pasión por los videojuegos nunca habían coincidido en las calles de la localidades l'Horta ni tampoco en los destinos de la virtualidad. Fue en la LAN, hace nueve años, cuando se encontraron con el amor. Ni las luces a veces estridentes que emanan de las pantallas ni las marañas de cables que recorren las salas de un festival como estos impidieron que el enamoramiento se cruzara en el camino de aquellos jóvenes 'gamers' que habían salido a jugar.

La hoy feliz pareja tuvo su primer encuentro entre ordenadores, consolas y monitores. Fue, apuntan desde el festival, «un amor a primera vista que se fraguó en los días de LAN jugando al conocido juego Mario Kart entre gamers, informáticos y amantes de la tecnología». Una unión que viene a demostrar la humanidad y la emotividad de la tecnología.

María, como no podía ser de otra manera, irradiaba alegría: «Es el amor de mi vida, gracias a él sé lo que es el amor verdadero y estoy muy feliz de casarme en el mismo sitio donde nos conocimos». Raúl no escondió sus emociones mientras confesaba que cuando miró los ojos de su amada «por primera vez me enamoré, y ese momento marcó mi vida. Es mi cielo, mi 'amoret'».

Tras darse el sí quiero y el emotivo beso como recién casados con Gandalf en la pantalla del escenario, se marcharon a su noche 'lanera' de bodas en un vehículo de Super Mario Kart -como si de Mario y Peach se tratara- para seguir con una liturgia que les acompañará toda su vida. «Seguiremos viniendo hasta que la muerte nos separe» afirmaban los dos a los invitados más allegados del enlace en el pabellón 3 de Feria Valencia.

El romántico relato que este fin de semana se ha escrito en Valencia todavía no ha llegado al fin. Los padres y familiares de los contrayentes pueden estar tranquilos. También para ellos habrá fiesta. María y Raúl tienen prevista otra boda. En esta ocasión será más íntima y la que oficialmente les permitirá registrarse como lo que ya son en el universo 'gaming' de OWN: marido y mujer.

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