Valencia danza con distancia

En verano, su mayor preocupación es encontrar cursos y maneras de mantenerse en forma. Ahora, quien abre sus puertas a estos bailarines son el Campus Internacional Valencia Danza, que celebra su 12ª edición, y el Taller de Danza Contemporánea, que vuelve por cuarto año tras la paralización del anterior. Dos cursillos organizados por la Fundación Hortensia Herrero que este año serán diferentes. Como consecuencia del covid, ni el Campus ni el Taller cuentan esta vez con sus protagonistas habituales: alumnos tanto nacionales como internacionales. Antes de la crisis sanitaria, bailarines procedentes de Australia, Reino Unido, Francia, Italia, Alemania, Austria, Polonia o Ucrania, entre otros países, se presentaban cada verano en el Complejo Deportivo y Cultural La Petxina para disfrutar de una semana de danza y buenos amigos. Durante esos días se juntaban alumnos y alumnas de diferentes nacionalidades “que establecían relaciones en torno a la danza muy especiales”, cuenta la directora del Campus, Gema Casino.

Sin embargo, debido a la problemática a la hora de viajar y el resto de medidas de seguridad y sanitarias que rigen en cada país, se ha decidido reducir la asistencia solo al ámbito nacional y serán 107 los españoles que cursarán las clases este año en comparación con los 135 que lo hacían en la normalidad pre-covid. Teniendo en cuenta la normativa y velando siempre por la seguridad de los bailarines, el Campus acogerá 84 alumnos divididos en varios grupos para Danza Clásica y un solo grupo de 23 participantes en el Taller de Danza Contemporánea, según la Fundación Hortensia Herrero.

Pero ese no es el único cambio. El coronavirus también ha obligado a adaptar y modificar diferentes actividades. Durante los años anteriores a la pandemia se trabajaba ‘paso a dos’ (un dúo en el que los pasos de ballet son ejecutados conjuntamente por un varón y una mujer), ya fuera como clase técnica o en los talleres dentro del repertorio coreográfico por las tardes, además de realizar formaciones donde había contacto físico entre los bailarines. Una práctica que, tal y como comenta Casino, “debe tratarse ahora con mucho cuidado y distancia”. Es por ello por lo que se ha producido esa reducción de aforo en cada uno de los grupos a fin de disponer de un espacio más amplio en cada clase, impidiendo así que profesores y bailarines valencianos que se encuentren en la ciudad tomen clases con el grupo avanzado para mantener su forma (como sí lo hacían durante las ediciones previas a la pandemia). Además, tampoco podrá celebrarse, como cada año desde su primera edición en 2010, la muestra de clausura del Campus en la que se exhibe todo lo trabajado durante las dos semanas. “Una experiencia maravillosa para participantes, profesionales y público que, a día de hoy, no podemos llevar a cabo por seguridad, pero esperamos volver a retomar lo antes posible”, añade la directora del Campus.

Pese a todo, el Campus Internacional Valencia Danza incluye este año algunas novedades para sus participantes. Entre ellas, se encuentran las clases magistrales que se van a llevar a cabo con bailarines principales de las compañías más prestigiosas en la actualidad: Young Guy Choi, bailarín principal del Het National Ballet de Holanda; la valenciana Elisa Badenes, bailarina principal del Stutgart Ballet de Alemania; Alessandro Riga, bailarín principal de la Compañía Nacional de Danza; y Elisa Carrillo, bailarina principal de la Staatballett de Berlín. A ellos, se sumará alguna sorpresa más que se anunciará a los alumnos en la presentación del Campus, el lunes 16 de agosto. Ese día, todos los participantes deberán haber presentado una prueba negativa de PCR o antígenos y respetar el resto de medidas de seguridad que se van a adoptar, como el uso obligatorio de la mascarilla en todas las clases o la toma de temperatura por la mañana y por la tarde. Todo ello con el objetivo de disfrutar tanto de las clases técnicas con diferentes maestros de gran prestigio como de los extractos de piezas de coreógrafos de renombre internacional. Entre otros, el taller de repertorio neoclásico de George Balanchine, impartido por la actual solista de la Sataatsoper de Berlin, Luciana Voltolini; o los fragmentos de piezas de David Dawson o Marco Goecke. Toda una serie de actividades que, junto al atractivo turístico de Valencia, provoca que la ciudad y, en especial, el cursillo sea elegido por bailarines de todo el mundo.

Además, este año la Fundación Hortensia Herrero ha querido ampliar su colaboración con el Campus y ha aumentado el número de alumnos becados. Dada la crisis sanitaria, que también ha afectado económica y socialmente, la Fundación ha concedido 20 becas, en comparación con las 15 que otorgaba anteriormente. Según la propia Fundación, este año son 13 las facilitadas para asistir al Campus y 7 las que incluyen no solo la asistencia al curso, sino también alojamiento y pensión completa para aquellos participantes procedentes de otros pueblos de Valencia, Alicante o Castellón.

Se trata de una iniciativa que pretende ayudar a jóvenes con talento en la Comunidad Valenciana que buscan mantenerse en forma durante el verano y, sobre todo, “ser versátiles para afrontar desde un trabajo más clásico hasta uno más moderno. Buscamos la excelencia en todo lo que forma parte del Campus Internacional Valencia Danza”, concluye Gema Casino.