Valencia a punto de consumar dos años sin toros

La situación taurina en Valencia como hemos venido relatando en Las Provincias atraviesa momentos complicados para disgusto de los aficionados y solaz de los anti que van ocupando territorio en su política de tierra quemada e irrespetuosa con la ley y las ideas ajenas. Los reducción de aforos dictados por la autoridad sanitaria en tiempos de pandemia para poder celebrar festejos taurinos y los cambios en las normas que se han ido sucediendo en la misma según las circunstancias, ha ayudado a esa situación y supuesto un inconveniente grande, tanto que a pesar de los reajustes de honorarios de los protagonistas, según en que cosos y/o momento del año han generado la inviabilidad económica.

En el caso de la plaza de Valencia capital han significado que no se haya registrado actividad taurina a lo largo de todo el año en lo que va a suponer, si no hay sorpresas, dos temporadas de puertas cerradas de la plaza de toros para su función principal que otra cosa diferente son los conciertos. Los cuatro mil espectadores autorizados en el mes de junio que permitieron dar las ferias de San Juan en Alicante y la recuperación de la Magdalena en Castellón, se convirtieron en tres mil en el mes de Julio lo que acabó llevándose por delante cualquier esperanza de feria en la capital. Así que hasta el momento en las plazas de la Comunidad solo ha habido festejos en las dos capitales citadas y en los cosos valencianos de Bocairent, única corrida de toros por ahora en la provincia y Requena una novillada con picadores además de clases practicas en Chelva y Bocairent; y también los hubo en los castellonenses de Vinaros, Benasal y Alcora.

La última normativa ha mejorado los aforos y permite que en recintos como la plaza de Valencia se pueda dividir el espacio hasta en cinco sectores diferenciados de mil personas asistentes en cada uno de ellos, lo que supone claramente la posibilidad de que asistan cinco mil espectadores, cifra que los empresarios del sector vienen consideran suficiente en otras latitudes contando con una reducción de los cachés de los protagonistas.

Aún en el caso de que la petición de resolver el contrato solicitada por la empresa Simón Casas no se concretase, el aumento del aforo no parece que vaya a propiciar la celebración de algún festejo en octubre teniendo en cuenta que no se alcanza el cincuenta por ciento del aforo (el total son en torno a los once mil espectadores) que es el limite mínimo a partir del cual la empresa Simón Casas estaría obligada a dar toros, una novillada como mínimo, según el contrato suscrito y todavía vigente con la Diputación. Fuentes de la empresa no se han manifestado en ningún sentido pero parece evidente tras la presentación del escrito de rescisión que no entra en sus planes.

Dados los daños de desafección que puede provocar abstinencia tan prolongada, sería fundamental que todas las partes implicadas, las publicas y las privadas, actuales y futuras incluso, hiciesen un esfuerzo y diesen con la solución jurídica para una apertura de final de temporada que tendría una carga simbólica muy relevante tanto si fuese de despedida como de bienvenida. A grandes males, grandes remedios.

En el resto de las plazas de la Comunidad quedan festejos pendientes y programados en Alicante, donde hay planeado un encuentro de alumnos de las escuelas valencianas y una novillada con picadores como colofón del curso, todo ello aún sin fechas definitivas. Por otra parte en Requena se anuncia un plato fuerte para el 9 de Octubre con Manzanares, Roca Rey y la alternativa del sevillano Ruiz Muñoz, combinación que ha dejado atrás al matador local Jesús Duque tras unas negociaciones según el apoderado de este, Javier Vázquez, nada edificantes. También quedan festejos menores en las plazas castellonenses de Montanejos, Catí y Villafranca.