La valenciana Ascensión Chirivella desbanca a Clara Campoamor y Victoria Kent

El Ilustre Colegio de Abogados de Valencia (ICAV) ha acogido este viernes parte del rodaje de 'La primera toga', un documental que recupera la figura de la primera abogada española, la valencianaAscensión Chirivella, y la reivindica como «mujer valiente y pionera que abrió camino».

El largometraje, de Comunitínere producciones y EOC producciones, reconstruye la trayectoria de esta mujer «olvidada», bajo la dirección de Almudena Verdés y el guión de Carles Palau y José María Villagrasa, que parte de sus investigaciones y de las del tinerfeño Santiago Yanes.

Villagrasa ha pasado cerca de cinco años investigando a Ascensión Chirivella, que en declaraciones a los medios ha definió como «un personaje muy peculiar», una «mujer de armas tomar» y de «personalidad arrolladora» que «inició una trayectoria personal insólita» en la década de los años 20.

«Las dos abogadas que siempre se tiene en cuenta son Victoria Kent y Clara Campoamor», ha señalado el investigador, que cree que «probablemente si Ascensión hubiese estado en Madrid hubiese tenido una preeminencia que no tuvo por estar en Valencia». Kent y Campoamor «tuvieron una relevancia política que no tuvo Ascensión Chirivella y es un poco lo que marca la diferencia en presencia pública que han tenido a lo largo de la historia» estas tres pioneras, ha añadido

Según ha relatado, Ascensión Chirivella cursó su bachillerato «totalmente rodeada de hombres« y después estudió paralelamente Magisterio y Filosofía y Letras, »algo insólito desde el punto de vista formativo«. «No contenta con esta situación» y «un poco debido a la situación profesional de su padre», que era procurador, decidió estudiar Derecho y fue la primera mujer de España en licenciarse y colegiarse.

«Estamos hablando de una Valencia de los años 20 dominada por el blasquismo, mucho más liberal de lo que en esos momentos había en Madrid y, sobre todo, hay un carácter de personalidad que la sobrina de Ascensión nos ha destacado, que era una mujer de armas tomar«, ha explicado el guionista.

Ascensión Chirivella ejerció como abogada civil. «Que había ejercido la abogacía se conocía porque había hecho la jura, pero es que hemos descubierto artículos de prensa en los que constantemente la van reseñando en todas sus presencias en los juzgados de Valencia«, ha indicado Villagrasa.

Una anécdota que ha destacado el guionista es la que refirió la propia Ascensión Chirivella en un discurso en el Paraninfo de la Universitat de València. Tuvo que hacer su jura en la Audiencia de Valencia como abogado y no como abogada puesto que así lo estipulaba la normativa y en su tarjeta ponía su profesión en masculino.

En 1926, Ascensión Chrivella se casó con Álvaro Pascual Leone, «un político valenciano muy conocido». «Hasta esa época ejerce la abogacía» pero después la abandonó para dedicarse a cuidar de su hija, ha detallado el investigador.

Según Villagrasa, en un momento determinado se invitó a Pascual Leone y a Chirivella para entrar en las listas electorales del Partido Republicano. «Deciden que un matrimonio no era muy correcto que copase una lista electoral en aquel momento, tenían que decidir entre Álvaro Pascual Leone o Ascensión y en los años 20 era muy complicado para una mujer ya casada con una hija optar a una situación de estas características», ha explicado.

Chirivella mantuvo, no obstante, una «participación activa» en la vida política y los periódicos de la época narran cómo está al lado de su marido como «una elocuente abogada». Además, participó en la formación de los movimientos republicanos femeninos.

Tras la Guerra Civil, Ascensión Chirivella y su marido se exiliaron a México, donde no podían ejercer como abogados y Pascual Leone se ganó la vida como vendedor de enciclopedias. Ella «entra en un estado un poco depresivo», ha explicado Villagrasa. La pareja no regresa a Valencia y él fallece a los 56 años.

A partir de 1958 Ascensión Chirivella consiguió volver a la capital del Turia en algunas ocasiones, pero terminó sus días en México, donde falleció en 1980 y fue enterrada con su toga y arena de Valencia.