Truhán y señor. Un sentimental e incluso Quijote. Pero, sobre todo, artista inigualable. Una figura indiscutible de la canción que con sus temas ha llegado ... a confesar el olvido de vivir. El cantante español más internacional, al menos pionero en esa condición Julio Iglesias, hoy 23 de septiembre cumple 80 años. Ocho décadas de vida y una larga trayectoria sobre los escenarios que estrenó en tierras valencianas. Desde que 'La vida sigue igual' sonara aquel 17 de julio de 1968 en la plaza de toros de la alicantina Benidorm para dar al cantante el triunfo que le catapultó a la fama, la carrera del artista muestra un bien perfilado rostro valenciano.
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Ya de pequeño con su familia disfrutó de los paisajes de la Comunitat durante sus veraneos en Peñíscola. Quién le iba a decir en aquella infancia de playa castellonense que sería en la costa alicantina donde nacería la voz que cantando a 'Gwendolyne' mientras contemplaba cómo se hundía en el río el último recuerdo de un cariño empezó a pisar escenarios de éxito que con los años de manera constante le acercaban a Valencia.
Fue en 1983 cuando desde la cresta de la ola, el cantante que con una mano sujetaba el micrófono mientras posaba la otra sobre su pecho despertando la pasión del auditorio, pisó el césped de Mestalla -entonces Luis Casanova- en un concierto memorable en los tiempos de la inmortal 'Hey' que reunió a 35.000 espectadores. Al campo del Valencia CF regresó en 1997 para estrenar la gira por España. El viaje de Julio por estas tierras tuvo más paradas.
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Miguel Ángel Pastor, periodista valenciano exjefe de prensa del cantante, recuerda que «en la plaza de toros actuó en varias ocasiones, y con anterioridad en la sala de fiestas Lady'S que estaba en la Avenida del Cid». La última actuación en la plaza de toros llegó en 2009, pero aún quedaba otro encuentro en la ciudad del Turia. La envidiable memoria de Pastor traslada hasta «2012, año en el que actuó en el Palau de les Arts. Es el último concierto que ofreció en Valencia», puntualiza su exjefe de prensa.
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Castellón, Alicante, Gandia, Xàtiva y, por supuesto Benidorm ayudan a dibujar el perfil valenciano del mítico cantante. En 1988, veinte años después del triunfo en el Festival de Benidorm, el artista que puso en circulación los mocasines sin calcetines, quiso volver a pisar el suelo de la plaza de toros de la ciudad alicantina de los rascacielos. «En Benidorm ha actuado en varias ocasiones, para él es como un amuleto», apunta Miguel Ángel Pastor rememorando aquella canción sobre la que sin duda ha basculado la carrera de Julio hasta el punto de que su título forma parte del lenguaje popular.
Escenarios, grandes conciertos, fans enloquecidas, canciones tarareadas por un público siempre entregado trazan el recorrido valenciano de la voz de quien también se inscribió en la historia de la Comunitat por otras razones. Julio participó en la campaña electoral del Partido Popular de 1996 y fue también imagen de la Comunitat Valenciana, acontecimientos que dejaron fotografías junto a políticos como José María Aznar y Eduardo Zaplana.
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Llegó a los tribunales una causa que investigaba al ex director del Instituto Valenciano de la Exportación (IVEX) José María Tabares por la presunta malversación de fondos a favor de Julio Iglesias. El archivo fue el destino de este asunto. El pasado abril, el Juzgado de Instrucción 19 de Valencia archivó la investigación de un supuesto pago de seis millones de euros al cantante que se habrían realizado en negro y a través de paraísos fiscales entre 1997 y 1998, como en su momento informaron fuentes de la Fiscalía Provincial.
Dos años antes de ese archivo, el Tribunal Supremo dio por cerrado el caso de Javier Sánchez Santos, el joven valenciano que alegaba ser hijo no reconocido del cantante. Este acontecimiento que relacionaba al cantante con la ciudad del Turia, tras un largo camino de tribunales en 2021 se encontró con que el Supremo daba por cerrado el caso y ni siquiera entraba en el fondo del asunto. Quedaba acudir al Tribunal de Estrasburgo, desde donde en 2022 llegó el rechazo de la causa.
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Las coordenadas que dibujan el mapa del artista que se hizo a la vida guardando la meta del Real Madrid para dejar el césped y subirse a los primerísimos escenarios de la canción, discurren por territorio valenciano desde que el Festival de Benidorm abrió a Julio Iglesias las puertas del éxito que hoy puede celebrar cuando cumple ochenta años.
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