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Viernes, 8 de diciembre 2017, 21:13
La vida de Vicent Blasco Ibánez representada en viñetas, dibujos y bocadillos. Este viernes se ha presentado la última biografía del escritor, esta vez de forma muy particular: en cómic.
Gracia MorantEste cómic, dibujado por Cristina Durán con guion de Miguel Ángel Giner, es un encargo del Ayuntamiento de Valencia con motivo del 150 aniversario del nacimiento del novelista.
Gracia MorantEl libro recorre la vida de este valenciano desde su nacimiento en el número 8 de la calle de la Jabonería Nueva -actualmente Editor Manuel Aguilar-, en pleno centro de la ciudad, el año 1867.
Gracia MorantLas viñetas reflejan un Blasco Ibáñez apasionado por el periodismo desde muy joven. El escritor se inició con el semanario valenciano El Miguelete -que más tarde pasaría a decirse El Turia- en enero de 1883. Allí sentaría las bases de sus proyectos periodísticos posteriores como El Pueblo o La Revolución.
Gracia MorantAdemás, de los dibujos de Durán se desprende el empeño revolucionario del novelista valenciano y cómo se valió del periodismo como instrumento de difusión de sus ideas políticas.
Gracia MorantUnos pensamientos con un precio muy alto que terminó pagando entre rejas o en su propia piel. Blasco Ibáñez visitó varias veces la cárcel. E incluso fue víctima un atentado en Valencia, perpetrado por los sorianistas, un grupo de republicanos rivales.
Gracia MorantY se centra durante unas viñetas en la importancia de El Pueblo para el escritor. Un diario conocido públicamente como republicano que nació en 1894 y que tendría su sede en la calle Don Juan de Austria.
Gracia MorantOtra de las vivencias que se desprenden en el libro es su etapa en Madrid. Donde conoce a la familia Benlliure y gracias a ellos logra introducirse en el mundo intelectual de la capital. Durante su destierro en Madrid también conocería a alguien importante en su vida, Rodrigo Soriano.
Gracia MorantCuando Vicente Blasco Ibáñez publique La Barraca su éxito traspasará fronteras y poco tiempo después es traducido al francés por el escritor G. Herelle. Pero su tiempo estaba repartido entre la literatura, el periodismo y la política. Después de la muerte de Cánovas del Castillo, el escritor volvió a Valencia para presentarse como diputado en la entrada del nuevo gobierno.
Gracia MorantPero los ataques eran recurrentes. Y después del atentado de la oposición política de Blasco Ibáñez contra varios de sus compañeros del periódico El Pueblo, el escritor se mudó definitivamente a Madrid. Se dejó casi todo lo que le unió a Valencia: vendió su diario a Azzati y renunció a su acta de diputado.
Gracia MorantOtra de las facetas importantes del novelista valenciano es su vida en el extranjero. El cómic relata sus idas y venidas a Argentina, Estados Unidos... Y destaca una de las frases que hoy podemos encontrar en su lápida -en el Cementerio General de Valencia- “quiero descansar en el más modesto cementerio valenciano, junto al mare nostrum que llenó de ideal mi espíritu”.
Gracia MorantY así, en 1928, murió sin poder regresar a su Valencia querida. Pero unos años después, en 1933, su féretro fue trasladado en barco hasta el puerto de la ciudad y cumplió su deseo: “quiero que mi cuerpo se confunda con Valencia, que es el amor de todos mis amores”. El Ayuntamiento fue el encargado de costear un nincho en el Cementerio General, donde descansa entre otros letrados y republicanos, en el antiguo cementerio civil.
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