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No sólo tiene en su poder el premio 'Un futuro de cine', que el pasado viernes recogió en la gala de clausura del festival Cinema Jove, sino que tiene confirmada su presencia en la segunda temporada de la serie 'La peste', dirigida por Alberto Rodríguez ('La isla mínima', 'El hombre de las mil caras'). El actor castellonense Pablo Molinero es una de las grandes promesas del audiovisual español. Aún así, defiende su pasión por las tablas, donde se ha formado y desarrollado una importante carrera gracias a más de 15 años en la compañía loscorderos.sc -también ha colaborado con Visitants, Comediants o La fura del baus-.
-La verdad es que el teatro me ha formado como intérprete y como creador. En mi trayectoria he trabajado en varias compañías hasta que fundamos loscorderos. Lo hicimos para desarrollar nuestro propio lenguaje. Pero siempre he tenido la espinita del audiovisual. Hice alguna cosa, alguna película, alguna serie y 'tvmovie'... Pero elegí el teatro. Me centré en la compañía. En esta profesión tienes que elegir y no pude desarrollar una carrera en el cine o la televisión. Siempre pensé, en otra vida quisiera probar. En loscorderos llevamos 15 años y no acabamos de encontrar una estabilidad. Hace dos años, decidí que debía trabajar con otra gente, otros proyectos.
-Sí. Fue como si me tocara la lotería. Pensé que si me salía bien, era una forma de entrar en ese mundo.
-Mucho trabajo. Es una maratón. Son cuatro meses de rodaje que te exprimen y te agotan. El planteamiento de la serie fue el de una película. Aunque todo es muy deprisa. Te das cuenta que no puedes ni ponerte enfermo. A toro pasado, sientes que lo que hemos hecho ha sido muy grande y te sientes orgulloso. Imagino que la segunda temporada será igual.
-Es cierto. En los ensayos, poco a poco, conseguí el tono que quería el director. Alberto me pedía mucha contención. Fuera tics. Y no hay que olvidar que yo vengo del teatro físico. Me ha tocado buscar una manera de trabajar. Yo estaba acostumbrado a hacerlo todo en el teatro. Y en la serie quería hacerlo igual. Cuando cogía un cable me decían: «Dedícate a lo tuyo». Pero es que en el teatro se trabaja haciendo de todo.
-Bueno, estoy tranquilo. Valorando cosas. Aunque vamos a grabar la segunda temporada de 'La peste'. Ahora que he dado el paso en el audiovisual, no quiero hacerlo todo por hacerlo. Si sale algo interesante, sí. Pero no quiero volverme loco. Lo voy a seguir combinando. Dirigir alguna pieza de la compañía, mientras pueda. Es algo que aún estoy mirando.
-Estamos en un momento de cambio de planteamiento. Hoy en día, las compañías se ahogan, la estructura no interesa. Nos toca reinventarnos. Acabamos de trabajar en el Centro Dramático Nacional (CDN) pero no tenemos más bolos. Siempre nos ha tocado buscarnos las castañas. En los últimos años, en Valencia se habían cargado las salas de teatro, el festival VEO... No había espacio para otro tipo de artes escénicas. Ahora, en comparación con otras ciudades, tenemos poca práctica. No creo que estemos viviendo esa primavera cultural de la que se habla.
-Sí. Ha sido un galardón muy bonito. Que un festival apueste por ti antes de ser nada... Es una filosofía muy tierna. Encima, me lo han dado en casa, que me ha emocionado mucho. No estoy acostumbrado. En el teatro, los premios son colectivos, detrás de una obra siempre hay mucha gente trabajando.
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