Pelayo, entre la amenaza y la escasa visibilidad

En medio de las turbulencias por su futuro, la 'Catedral de la pilota', es decir, el trinquet de Pelayo, permanece en silencio, como si con él, el escenario más mítico y mediático del deporte valenciano por excelencia, no fuera la cosa. Más allá de las negociaciones, porque son cuestiones económicas más que románticas lo que dificulta su futuro, Pelayo se sostiene discreto en pleno centro de la ciudad de Valencia, como lo hace siempre que no hay partidas en su interior. Lo hace sin molestar, tras la barra y las mesas de un bar que tienen mejores indicaciones en la calle que las que merecería el escenario. Y por ahí, dicen los expertos, que vinieron y vendrán los problemas. En la falta de cuidado, promoción, educación,cariño y conocimiento de un deporte que es tradición y cultura del pueblo. No solo eso, sino que también es patrimonio de los ciudadanos que aún siendo de aquí o de allá, viven ajenos o de espaldas a la pilota. «¿La pilota? Claro que sé lo que es. ¿Pelayo? No, ni idea de dónde está», responde una joven a las preguntas que complementa este reportaje. Y esta línea de respuestas se repite y mucho. En apenas unas muestras, se advierte que hay ignorancia sobre la historia y la singularidad del deporte y su cancha en la ciudad. Aunque no todos desconocen su ubicación y trascendencia. Que la tiene y mucha. «Hay que mantenerla, es de lo poco que nos queda nuestro», clama un vecino de Valencia.