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Ureña arrasa su récord de España

«Esta plusmarca me parece que ya es insuperable para mí», advierte el alicantino, que se convierte en el favorito para el Europeo

FERNANDO MIÑANA

Domingo, 29 de enero 2017, 23:48

Paco de Lucía tenía varias guitarras y según el momento elegía una u otra. En los conciertos desenfundaba el instrumento de los Conde, una saga de luthiers con cien años de historia, hecha exclusivamente para sus dedos. La adrenalina del público le permitía rasgar las cuerdas con una gran tensión, la que requería un espacio abierto repleto de gente. En casa, sin ese estímulo y sin la necesidad de llegar a todos los rincones de un gran auditorio, era incapaz de pellizcarlas. A Jorge Ureña, el gran decatleta de Onil, le pasa algo parecido y tiene una pértiga -a mayor dureza, mayor impulso siempre que seas capaz de doblarla- que no se atreve a utilizar. Como el guitarrista, no puede usarla en los entrenamientos: necesita la adrenalina de la competición.

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Ureña no la usó el pasado fin de semana en Praga, donde destrozó su récord de España de heptatlón, del 31 de enero de 2016, y lo mejoró en 173 puntos, para un total de 6.249. Esa marca es la mejor del mundo esta temporada y le coloca entre los 25 atletas con mejor registro de todos los tiempos. Para poner en valor este gran resultado basta con trasladarlo al pasado Mundial 'indoor' de Portland. Allí le hubiera valido una medalla de plata, solo por detrás de una leyenda como Ashton Eaton, el estadounidense que acaba de anunciar su retirada en posesión del récord mundial en heptatlón y decatlón.

«Pero luego habría que llegar allí y hacer esa marca», rebate, con buen criterio, el atleta del Playas de Castellón, que conoce como nadie el rigor de la alta competición. El pasado verano apuntaba al podio en el Europeo al aire libre, en Ámsterdam, cuando cometió tres nulos en el disco que frustraron su hazaña. La imagen caló en el atletismo español: el atleta, hundido, y su padre, también su entrenador, llorando de impotencia y pena por la oportunidad que se escapaba de las manos.

«Son cosas que pasan y que se recuerdan porque iba segundo, pero hay que pasar página», explica el deportista de solo 23 años que el pasado invierno se hizo con un récord nacional que tenía Antonio Peñalver desde 1992, un año antes de que naciera Ureña.

El alicantino, de Onil, como su amigo el saltador Eusebio Cáceres o como el gran velocista 'ochentero' José Javier Arqués, asegura que no pensaba batir el récord en esta competición, una reunión internacional de pruebas combinadas en Praga. «Sabía que estaba bien, pero no tanto. Lo que pasa es que empecé muy bien y me fui animando».

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Ureña se refiere a su gran inicio en los 60 metros, donde firmó su mejor marca personal (6.91). «Salí muy bien y luego conseguí soltarme, que es algo en lo que suelo fallar porque normalmente acabo muy agarrotado». Si aquello le dio ánimos, la longitud le impulsó definitivamente. El atleta del Playas de Castellón saltó 7,62, su mejor marca bajo techo y al aire libre. «Estaba muy bien en la carrera y en la batida me he sentido muy a gusto».

PASO A PASO

  • Su competición en Praga

  • Heptatlón

  • 60 metros lisos 6.91(915 puntos)

  • Longitud 7,62 (965 puntos)

  • Peso 13,96 (726 puntos)

  • Altura 2,04 (840 puntos)

  • 60 metros vallas 7.85 (1.020 puntos)

  • Pértiga 5,00 (910 puntos)

  • 1.000 metros 2 40.06 (8734 puntos)

  • Resultado final 6.249 puntos

Entre el récord del año pasado y este, la mejora ha venido en cinco pruebas. Las dos primeras, el peso (13,96, aunque hace un mes lanzó 14,31), la altura (2,04) y el 1.000 (2:40.06). No mejoró ni en los 60 m vallas, una de sus especialidades, ni en la pértiga, donde no se atrevió a utilizar la más dura. «Esa me la reservo. La probaré en el campeonato de España y espero que en Belgrado ya pueda ir a tope con ella».

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Ureña habla de Belgrado, la ciudad que del 3 al 5 de marzo acogerá los Campeonatos de Europa en pista cubierta. «Allí, después de esta marca, tendré que ir a por una medalla». Para ello, cree, tendrá que acercarse a su marca, aunque ve complicado mejorarla. «El año pasado sí que veía un gran margen de mejora, pero este récord me parece que, para mí, ya es insuperable».

Aunque su padre seguro que le pide más. José Antonio Ureña, dectleta como él, vive las competiciones con más pasión incluso que su pupilo. Es un entrenador exigente, al más puro estilo de Toni Nadal, como demostró en su felicitación. «Mi padre me ha dado la enhorabuena y enseguida se ha puesto a comentarme lo fallos», se ríe Ureña.

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