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Relevo español que consiguió la plata en Belgrado. efe
España, plata mundial en relevo

España, plata mundial en relevo

Belgrado cierra con los récords del mundo siderales de Yulimar Rojas y Duplantis | La medalla del 4x400 es la segunda de una delegación en la que Asier Martínez roza el podio en vallas y brilla la valenciana Fátima Diame

Domingo, 20 de marzo 2022, 21:43

España tiene relevo, y no sólo el amplio ramillete de atletas elegibles para competir en el 4x400. En esta prueba se consiguió la segunda medalla en el Mundial de Belgrado tras el oro conseguido el sábado por Mariano García en 800. En ambas pruebas la selección ha brillado, pero la delegación dejó entrever también otras opciones que en un futuro no muy lejano deben dar alegrías. Y todo en un certamen donde han fallado, si puede decirse así, Adel Mechaal, en 3.000, y Ana Peleteiro, sin medalla en un concurso de triple que se convirtió en otra portentosa exhibición de Yulimar Rojas. La venezolana y Armand Duplantis, con sus récords del mundo siderales en la jornada del domingo, sin duda los atletas del campeonato.

La última sesión, como se esperaba, fue vertiginosa y España puso su granito de arena en un 4x400 donde hasta se podría decir que proyectaba oro. De hecho, en la clasificatoria se ganó la mejor calle, aunque pesó la mayor experiencia en la prueba de Bélgica. Aún así, la plata y el récord nacional 3.06.82 son razones para sentirse satisfechos. Y por si no fuera suficiente, esta prueba ha servido de confirmación de que Bruno Hortelano está de vuelta, como ya dejó entrever en el Campeonato de España.

«Estoy increíblemente feliz y muy orgulloso de este equipo», señaló el velocista, que ejerció, y a las mil maravillas, de capitán. Sacó a relucir toda su calidad y pundonor para ganar la calle libre y entregar el testigo en cabeza a Iñaki Cañal. Él y Manuel Guijarro mantuvieron el nivel para la última posta de Bernat Erta, un ‘veterano’ de 21 años. Por la mañana había puesto sobre el tartán su velocidad e inteligencia para mantener a raya al checo Patrick Sorm. En la final no pudo contener al intratable y experimentado Kevin Borlée. Su mérito, uno de ellos, fue no perder los nervios, administrar sus fuerzas y repetir la estrategia de la eliminatoria para evitar que Tony Van Diepen le pasase en los últimos 60 metros.

Las chicas no pasaron de las eliminatorias, pero ya puede considerarse un punto de partida que España haya llevado los dos relevos a un Mundial. Como lo es la marca personal de la valenciana Fátima Diame en longitud. «Estoy muy contenta, es mi primer Mundial, la primera gran competición de Iván Pedroso. Me ha dicho que disfrute», explicó la atleta tras un concurso en el que elevó su marca bajo techo hasta los 6.71 metros.

Diame empezó con nulo, no se vino abajo y aseguró una marca en el segundo brinco: 6.60. En el tercero hizo ese 6.71 que le despojaba de toda la presión. Le aseguraba una mejora que le ‘regalaba’ tres saltos para soñar. Hizo otros tantos nulos en busca de una medalla que no se quedó tan lejos: el bronce de Lorraine Ugen valió 6.82. «Este puesto de finalista me da confianza, en el aire libre ya no se me tiene que escapar», comentó tras un concurso que ganó Ivana Vuleta (7.06) ante el delirio del público serbio.

A esas horas, la última jornada del Mundial ya tenía dos nombres propios. El primero el de una compañera de entrenamiento de Diame, Yulimar Rojas. La venezolana mejoró su récord del mundo en triple salto con otra marca estratosférica. Brincó hasta los 15.74 y ya habla sin tapujos de buscar los 16. Lo más importante, la capacidad de la atleta de meterse al estadio en el bolsillo. Un espectáculo. Ana Peleteiro, medallista en Tokio, se quedó en 14.30 que, pese a ser marca de la temporada, deja un innegable regusto agridulce.

El esguince de Llopis

Como el de Quique Llopis, otro valenciano de esta nueva hornada ilusionante, pero que se quedó en la series de los 60 metros vallas. El de Gandia desveló que había corrido infiltrado por un esguince que sufrió la semana pasada y que había estado a punto de no competir. Mala fortuna, pues ya tuvo un percance entrenando en los días previos al Campeonato de España. Belgrado no debe empañar una temporada de pista cubierta donde ha dado un evidente paso adelante.

Y lo que tiene más mérito, siguiéndole el ritmo a un talento natural como Asier Martínez. «Se me queda un punto de rabia, pero estoy feliz», declaró el navarro. Cualquiera diría que, con 20 años, se había quedado a cuatro centésimas del bronce en los 60 metros vallas, dominado por el intratable Grant Holloway. En la semifinal el americano se había dado el gustazo de igualar su propio récord del mundo, que está en 7.29.

Lo superó Armand Duplantis, que se volvió a quedar solo en el concurso de pértiga y cerró el Mundial con otra plusmarca. Hace unos días la fijó en 6.19 y, en el mismo escenario, la elevó a 6.20. El listón se movió, pero al final no cayó, desatando la euforia del sueco. Pese a que se atisba el límite, con este portento de 22 años nadie se atreve que pueda haber alcanzado sus límites. En el aire libre intentará superarlos de nuevo.

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