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Fátima Diame ha acabado derramando unas lagrimitas en su regreso a Valencia. La saltadora de longitud ha llorado de emoción en un final de mañana en el que ha visitado las instalaciones de la Fundación Trinidad Alfonso para exhibir su segunda medalla de bronce en un Mundial, la conseguida el pasado fin de semana en la ciudad china de Nanjing. La atleta forma parte desde hace una década del Proyecto FER y ese podio representa eso: muchos años de esfuerzo y de cuidar detalles, algo que empezó a hacer Rafa Blanquer, su padre deportivo, cuando comenzó a pulirla en el Estadi del Túria.
«En tu club de toda la vida, desde la terreta, estamos muy orgullosos de esta medalla, y sobre todo de la forma en que lo has conseguido», ha afirmado Rafa Blanquer en un vídeo que se ha proyectado durante el sencillo pero emotivo acto. El veterano entrenador se refería a ese detalle que ha sido básico para que Diame haya podido no sólo subirse al podio, sino también competir en Ninjing: arrastra un edema en el pie derecho, por lo que ha tenido que cambiar de técnica de batida para poder competir en esta temporada de pista cubierta.
«Este bronce es fruto de saltar desde pequeña con las dos piernas. Tuve la suerte de que Rafa me enseñó. No fue un cambio duro. ¿Me duele el pie derecho? Pues con el izquierdo. Y cuando tenía molestias, modificaba de nuevo. Así sucesivamente. Así hemos salvado muchas veces las castñas», ha precisado Fátima Diame: «A Iván Pedroso le ha gustado y el edema en el derecho sigue, así que vamos a continuar con el izquierdo».
Habla del aire libre, donde está su gran reto. A ello se ha referido la 'otra gran sorpresa', Concha Montaner, que en el vídeo la ha felicitado por su presea en Nanjing y ha deslizado: «A por esa medalla que necesitas». Ahora es momento de hacer balance de la temporada en pista cubierta, y Fátima Diame deja alguna sorpresa en su respuesta: «Estoy muy satisfecha por el invierno, y más por cómo he tenido que convivir con la lesión en la pierna derecha. Del Europeo salí muy satisfecha (quedó quinta), pero del Mundial con alegría pero también tuvo su lado amargo. Me veía para saltar 80 y pico, iba a por el récord de España (acabó logrando ese bronce con 6.72). Creía que la plata la tenia, pero el oro no. Estaba muy, muy cansada».
Diame ha desvelado cómo se cocinó ese brinco, que fue el primero del concurso, que la llevó directa al podio, bajándola de la plata al bronce sólo en á última ronda. «Iván me dijo: 'Haz lo que quieras pero no me hagas nulo'. Fui al primero muy relajada, había que enganchar los tres primeros. Con el cambio de orden había mucho tiempo entre salto y salto. Los tres primeros hay que hacerlos buenos, ahí es donde se van a ir las medallas. Luego arriesgamos y fuimos encadenando nulo, nulo, nulo... pero íbamos a por marca». No salió... pero ya saldrá. La valenciana ha indicado que tiene gestos que pulir. Para eso sigue con Iván Pedroso en Guadalajara, y para eso mantiene el contacto diario con su amiga Ana Peleteiro aunque ella ya se entrene en Galicia. Fátima Diame sigue visualizando los 7 metros. Sabe que en esa distancia hay muchos metales, muchas alegrías por cosechar.
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