El gran salto que ya prepara el maratón

¿Cómo aumentar el número de participantes en el Maratón Valencia Trinidad Alfonso EDP sin perder calidad? Se admiten propuestas. La organización de la prueba que se disputa el domingo 2 de diciembre tiene para 2019 un gran desafío por delante. Este año, dos meses antes del cierre de inscripciones ya se habían agotado los 22.000 dorsales disponibles. Se pusieron a la venta 3.000 más que en la pasada edición. Pero la demanda superó las previsiones.

«La intención es que en el futuro podemos albergar más corredores, de seguir siendo ambiciosos en el censo. Los diseños se pueden revisar. Podemos darle la vuelta a todo para albergar mucha más gente», dijo ayer la directora de la Fundación Trinidad Alfonso, Elena Tejedor, en un acto de puesta de largo del maratón junto al Ayuntamiento de Valencia. Asumir retos forma parte del espíritu de la prueba. El 42K, junto al medio, fueron las dos primeras carreras en España en lograr la etiqueta de oro de la IAAF. Juan Botella, responsable de Correcaminos, se pronunció en la línea de Tejedor: «Si trabajamos con humildad y esfuerzo podremos aspirar a esos corredores que nos permitan hacer más internacional y más cosmopolita la prueba». Precisamente el salto más allá de nuestras fronteras ha sido clave en el crecimiento de la carrera. «Si hacen aquí sus mejores marcas hacen ruido en sus países y allí son referentes», aseguró Botella.

Las cifras son impactantes. De los 22.000 atletas inscritos, un 27,6% son de la Comunitat, un 36,6 del resto de España y un 35,85%, extranjeros. 7.955 personas llegarán de países como Italia, Reino Unido, Bélgica, Portugal, Alemania, Polonia o Suiza. Para entender qué supone este crecimiento, más números. En 2017, con los mismos inscritos nacionales y con 25,5% de extranjeros, el gasto turístico del maratón fue de 20 millones de euros, según el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE). Es decir, por cada euro invertido se generaron 4,8. A la espera de saber el impacto económico de esta edición de récord, ayer Sandra Gómez, primera teniente de alcalde y concejala de Turismo, situó al maratón en el podio de grandes citas de la ciudad. «Es el segundo gran evento, después de Fallas, que mayor impacto económico y proyección internacional genera. Además, tanto el maratón como la 10K paralela sitúan Valencia como un destino más allá de su estilo mediterráneo de vida, su sol y sus playas, sino como una ciudad que ofrece alternativas atractivas durante todo el año». Este fin de semana, 50.000 personas visitarán Valencia y la ocupación hotelera ascenderá al 93%. En este último aspecto hizo hincapié Tejedor. Hasta esta edición hay adheridos a la prueba 60 establecimientos y se cuenta 1.800 habitaciones con servicios especiales como horarios para el desayuno. Esta oferta estaba limitada por cuestiones de movilidad en un ratio de hasta 20 kilómetros desde Valencia. Si se ampliase el número de dorsales también habría que ampliar esta distancia. «Desde la organización realizamos muchos esfuerzos para ofrecer precios muy competitivos y queremos continuar y ampliar la alianza con el sector turístico para facilitar que venga el mayor número de corredores de fuera. Es necesario que nos unamos y veamos que es una oportunidad para todos los sectores económicos. Es una oportunidad maravillosa para trascender en valores y que se nos asocie a una personalidad determinada como los maratones de las grandes ciudades», destacó la gerente, quien también pidió moderación en los precios.