Invicta para encadenar el único triplete

Elisenda Pucurull empezó a correr con 18 años para combatir el sedentarismo cuando estudiaba Historia y Arqueología. «Entré en el club universitario. Fui haciendo kilometraje y despuntando, y ya empezaba el 'boom' de las carreras en Catalunya», apunta: «No era tan difícil ganar, corríamos pocas mujeres».

Precisa que fue Miguel Pucurull, su padre y toda una institución en las carreras populares, quien le obsesionó con ese mundillo. «Tiene 82 años. Mete cizaña por redes y aún corre maratones», comenta con una sonrisa. Elisenda se entrenaba por la Carretera de las Aguas y por Montjuïc.

En una familia donde el atletismo estaba en el ADN, eligieron el maratón como excusa para hacer turismo. «Igual que ahora hace mucha gente... Aquel año elegimos Valencia porque era llana y estaba cerca», recuerda. Cuando se hizo a la carretera con sus padres y Francesc Pérez, su entonces novio y hoy marido, Elisenda Pucurull no sospechaba que iniciaba una gesta que nadie ha igualado: encadenar tres victorias en Valencia.

En 1989, la barcelonesa se impuso con holgura (2.47.31) a la inglesa Leslie Watson y María López completó el podio. «Tengo un buen recuerdo. Entonces no era tan normal para las calles organizar el maratón y ya había gente animando. La carrera estaba bien montada y los organizadores eran un encanto. Todo perfecto, de lo contrario no habríamos vuelto», indica Pucurull.

Y regresaron. Al año siguiente, la catalana volvió a colocarse en la salida para imponerse de nuevo (2.43.36). En el 90, Elisenda Pucurull superó a la cubana Maribel Durruti por menos de un minuto.

«Valencia era otra ciudad muy distinta a la de ahora. Nos lo pasábamos bien. A partir del segundo año me convidó Toni Lastra. Había un equipo fantástico, pero el Maratón era él, una persona fabulosa. Muy amable, me encantaban los libros y su 'Columna de Andrópolis'», indica Elisenda: «No había premios en metálico. Una vez él me dijo: 'Corres aquí sin ganar un duro'. Le respondí que no venía con esa intención».

Regresó una vez más para completar la gesta que nadie ha sido capaz de igualar en 39 ediciones del Maratón de Valencia. En 1991, bajo un aguacero, Elisenda Pucurull volvió a ganar (2.43.14), doblegando esta vez por más de un minuto a la soviética Valentina Liajova. Tercera fue María López.

Elisenda no ha corrido nunca más el Maratón de Valencia. Aquel año se lesionó en Londres y eso le impidió pelear por la mínima para los Juegos de Barcelona. «Creo que quien peor lo llevó fue mi padre», bromea. Se centró en su vida familiar y profesional, faceta en la que tiene algo de su admirado Toni Lastra: se dedica a la comunicación y hace la revista del Colegio de Aparejadores. Y puede decir con orgullo que está invicta en Valencia.