Un maratón hacia el olimpo

En los días previos al Medio Maratón Valencia Trinidad Alfonso EDP Elite Edition, Tariku Novales (8/3/ 1998) mima su cuerpo. Sesiones de fisioterapia y descanso en la puesta a punto de la carrera de mañana.

Desde los 14 años ha escuchado aquello de que era una promesa. No siente «presión». Le «motiva». Está preparado para dejar de serlo y consolidarse. Los resultados le avalan. Su carrera ha sido fugaz hasta dar la campanada justo antes del confinamiento. El atleta gallego de origen Etíope rompió la baraja en el Puerto de Sagunto. Con sólo dos medias y sin apenas dedicación, se proclamó campeón de España de Medio Maratón. 21 años tenía. La edición anterior había sido plata. Ya sabe lo que es batirse a internacionales como Edwin Kipruto. Otro Kipruto, Rhonex, debutará en Valencia en medio maratón y para Tariku, compartir línea de salida con los reyes del atletismo, es un «lujo» que pretende aprovechar. Espera lograr batir su mejor marca. «A ver si en la llegada no estamos tampoco muy lejos», afirma.

El registro de 1:02:34 le sirvió para ganar en la localidad valenciana pero también para lograr billete con destino el Mundial de Polonia. No pudo ir por una lesión. En septiembre, el tendón de Aquiles izquierdo le dijo basta y tuvo que posponer el sueño de debutar con la selección española absoluta en Gdynia a finales de septiembre. Pronto se repuso de su revés y fijó como objetivo Valencia. «He visto el recorrido y me han hablado de él, todo el mundo comenta lo rápida que es la ciudad y tenía muchas ganas de poder correr allí. Agradezco a Redolat, seleccionador de la élite nacional, la oportunidad», explica. Tariku, acostumbrado a saltarse etapas se muestra ilusionado con Valencia. También se manifiesta prudente: «A ver cómo responden las piernas».

A las 8 horas de mañana arrancará de la línea de salida del puente de Monteolivete como el español con mejor marca personal. 4 segundos por delante de Javi Guerra, el segoviano también ha preparado a consciencia la carrera.

Tariku es un caso curioso en esto del atletismo. Con grandes marcas en 5.000 lo lógico, él mismo lo reconoce, es que su fuerte estuviese en los 10.000. Sin embargo, es la media distancia la que más alegrías le ha dado durante los últimos meses.

A los 6 años llegó a Galicia. En un par de meses aprendió español y en cuatro más dominaba el gallego. Allí están orgullosos de contar con un atleta como él. Un sentimiento recíproco. «No me considero abanderado ni nada de mi tierra pero sí que es cierto que junto a mí hemos salido dos o tres atletas que estamos haciendo cosas importantes».

De pequeñito le gustaba el dibujo y tocar el violonchelo. Aunque lo primero es algo que dejó atrás, su dedicación fue anecdótica, la música le sigue atrapando. En este confinamiento, en el parón obligado por la pandemia, publicó un videoclip de un rap que él mismo escribió. Lo hizo junto al saltador de longitud Jaime Guerra (Esplugues de Llobregat, 1999), un amigo al que admira también como profesional. La canción se titula 'Suficiente' y aunque es autobiográfica «no se refiere en nada en concreto». Lo que está claro es que poco tiene que ver con sus aspiraciones atléticas. Ahí siempre quiere más. Con el salto a la absoluta, los Juegos son el sueño de cualquier deportista.

A los 18 años se marchó a Madrid para entregarse al atletismo. Al poco tiempo se rompió. Ocho meses estuvo parado. La gestión de la lesión, admirable. Arropado por los suyos y con la confianza de que iba a regresar más fuerte, convirtió ese obstáculo en un motivo para seguir. Mañana espera empezar su idilio con Valencia. Ligar su nombre a la ciudad del running. «¿Y quién no?»