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moisés rodríguez/efe
Martes, 14 de julio 2020
Los maratones de Valencia y Londres se quedan solos. Tras el anuncio de lo esperado, la cancelación de Chicago, el de la capital inglesa es el único major que resta por celebrar este año. Fuera de ese selecto grupo –pero codeándose con ellos–, el Turia también resiste. Ambas organizaciones, aunque todavía no lo han anunciado oficialmente, asumen que no podrán llevar a cabo carreras multitudinarias y que deberán ceñirse a la élite. En ese sentido, el sueño de traer al Mediterráneo a las grandes estrellas del gran fondo mundial depende de que haya competición en la urbe británica
La organización del Maratón Valencia Trinidad Alfonso EDP tomará una decisión sobre la carrera de su 40 aniversario, programada para el 6 de diciembre, a mediados de la próxima semana. Se había apostado por aguardar a septiembre, aunque se ha considerado que los acontecimientos obligan a dictaminar ya. El ejemplo ha venido de Chicago, que estaba retrasando lo evidente: en uno de los países del mundo más azotados por el Covid-19 era impensable que hubiera una carrera con miles de personas el próximo 11 de octubre.
«Por las preocupaciones derivadas de la pandemia de coronavirus, la ciudad de Chicago anuncia su decisión de cancelar el '2020 Bank of America Chicago Marathon', así como todas las actividades previstas para ese fin de semana. La salud y la seguridad de los corredores son las grandes prioridades», publicaron en redes sociales los organizadores. Esta prueba es, junto a los de Nueva York, Boston, Berlín, Londres y Tokio, uno de los seis principales del mundo, los 'World Marathon Majors'. El de Tokio se disputó el 1 de marzo, ya sin aficionados.
Los corredores que pagaron la inscripción para Chicago pueden pedir su reembolso o mantenerla para las ediciones de 2021, 2022 o 2023. Los maratones de Nueva York, Boston y Berlín ya fueron anulados. El de Londres fue retrasado al 4 de octubre y ahora es competencia directa, en cierto sentido, para Valencia.
Ambas organizaciones asumen que no habrá carrera popular porque a día de hoy no existe vacuna para el Covid-19. La solución pasar por un evento con atletas de élite lo más atractivo posible. El problema para Valencia es que Londres tiene por contrato a Eliud Kipchoge y Kenenisa Bekele, y parece poco probable que en un año tan atípico como este alguno de ellos vaya a correr dos maratones en dos meses.
Queda Geoffrey Kamworor, a quien se le cuelga la etiqueta de heredero de Kipchoge y que posee el récord mundial de medio maratón (58:01). Fuera de estos tres atletas, en Valencia se valora mucho la marca conseguida en 2019 (2.03.51) por el debutante en maratón Kinde Atanaw Alayew y la conclusión es que pocos atletas –fuera de la súper élite– pueden estar en condiciones de batir ese récord de la prueba.
El atractivo de ser el primer maratón en el que se pueda hacer mínima para los Juegos constituye un atractivo para la clase media de la élite, pero los tres grandes nombres del gran fondo tienen asegurada su presencia en Tokio. Con estos ingredientes, la semana que viene se decidirá trabajar en una 40 edición sin corredores populares, y posiblemente se junte en el mismo evento la carrera de los 42.195 metros y el medio maratón. E igualmente, lo que se vea en Valenciael 6 de diciembre dependerá del Covid-19... y de Londres.
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