Paula Blanquer no tiene límites

Mar Jover es la sonrisa del atletismo. «Con la sonrisa puesta». Este ha sido el lema de la alicantina durante más de dos décadas de deporte de primer nivel. Ahora, con 34 años y camino de 35, ha decidido colgar las zapatillas. Su última competición, en principio, será el Campeonato de España de pista cubierta, programado en Gallur (Madrid) del 17 al 19 de febrero. Era, por tanto, justo y necesario que en su último mitin Gran Premi Ciutat de Valencia la competición se cerrase con un homenaje.

El velódromo Luis Puig, ese recinto donde tantas veces ha competido Mar Jover, estrena tartán en la temporada de su adiós. A la alicantina no le borraron tampoco la sonrisa cuando adivinó el reconocimiento al ver a su amiga Concha Montaner aproximarse a ella con el trofeo de reconocimiento. «Cuando me lo propusieron desde la Federación me reservé la tarde, tenía que estar aquí. Hemos compartido muchas cosas juntas», señaló la exatleta, hoy concejala de Deportes en L'Eliana. «Tuve la suerte de compartir competiciones con la que ha sido mi referente», acertó a decir una emocionada Mar Jover. Entre muchas otras, los Juegos Olímpicos de Río 2016.

Ambas dejan para la posteridad un palmarés más que notable que debe servir de rumbo a nuevas generaciones del atletismo valenciano. Como Fátima Diame, que en este mitin y tras un año muy complicado ha visto los brotes verdes con un salto de 6.51. O Evelyn Yankey, la perla del Valencia CA. Las dos compartieron ayer foso en el concurso de longitud con Mar Jover.

El brillo para el atletismo valenciano, sin embargo, llegó desde el centro del tartán. En las carreras de los 60 metros vallas, donde Paula Blanquer quiso demostrar que ha hecho añicos el techo de cristal. La jovencísima atleta, además, cerró un círculo que también desata las emociones. La prueba llevaba el nombre de memorial Emilio Ponce, el profesor de educación física que entrenó a su padre en su etapa exitosa como atleta, en la que llegó a los Juegos Olímpicos. Esa seguro que es la meta de la joven, que se esfuerza por ser realista a pesar de vivir un sueño. «Quiero aprovechar esta racha buena por si luego viene alguna mala. Es para mí un orgullo haber ganado en casa, delante de mis amigos y mi familia», comentó. Se impuso con solvencia tanto en la semifinal como en la final, donde paró el crono en 8.29.

Ya se puede contar como ella en las competiciones absolutas a nivel nacional e incluso se le espera en el Europeo de Budapest en marzo. «Si surge me hace mucha ilusión correr con las mayores», reconoce. Ya no es una ilusión, sino una realidad –e incluso se puede pensar en él para las medallas– que Quique Llopis se codea con los más grandes de las vallas. En el inicio de la temporada –y no en la final sino en la semifinal de este Gran Premi Ciutat de València– se dio el gustazo de rebajar en una centésima su marca personal (7.55). «No me lo esperaba. Competir en casa te da un extra de motivación. Ya digo que estoy sorprendido, pero el trabajo va saliendo», señaló el atleta entrenado por Toni Puig.

La decepción del triple salto

Pero no todo fue dulce. El triple salto masculino dejó un regusto amargo, quizás por las excesivas expectativas generadas. El mitin que forma parte del World Athletics Indoor Tour y presentaba un concurso de primerísimo nivel, donde no faltaba el plusmarquista mundial, Hugues Frabrice Zango. Valencia soñaba con un nuevo récord del mundo –esta vez bajo techo, para completar la colección–, pero se quedó con las ganas. El africano se veía capaz de sobrepasar los 18 metros y asaltar su propio 18,07, pero ni siquiera superó los 17. Se quedó en 16.90, que le dio un triunfo que incluso para él fue agrio.

El anillo, ya en la parte final del mitin, dejó carreras más que interesantes. La jornada se cerró con el siempre merecido memorial Toni Lastra y el argentino Federico Bruno honró esa carrera de 3.000 con una exhibición y una marca (7:47.21) que es marca de su país. No fue la única, pues su compatriota Florencia Borelli también hizo añicos la de los 1.500 (4:17.94). Curiosamente, esta atleta se prodiga más en maratón y, de hecho, es plusmarquista nacional en esta distancia. También está preparado, o mejor dicho, recuperado, Javier Mirón, otro valenciano muy a tener en cuenta. Está de vuelta tras hacer la mínima para Tokio justo antes de iniciar un calvario por una lesión de un año.