«Pensé que mi vida deportiva había acabado y me equivoqué»

miriam martínez (subcampeona paralímpica) ·
La deportista del proyecto FER de Ibi afirma sentirse aún en una «nube» y muestra todo su agradecimiento a su padre por el apoyo

JULIÁN LAFUENTE

TOKIO

Viernes, 3 de septiembre 2021, 23:21

Miriam Martínez empezó hace tres años una carrera de fondo, como ella misma dice, cuando sufrió un derrame cerebral provocado por una enfermedad autoinmune. En ... aquel momento tuvo que aprender de nuevo a hacer muchas cosas. Entre ellas, andar. El miércoles coronó la cima de los Juegos Paralímpicos con una medalla de plata. La deportista del Proyecto FER aún no se lo cree.

-¿Cómo se siente ahora?

-Sigo en una nube, aunque casi diría más que estoy de resaca emocional, aún no he llegado a leer en el móvil el aluvión de emociones que llegaban desde España. Quiero vivir todavía esto un poco más, estoy muy metida en la burbuja de la concentración del día de la competición y todavía en ese estado de éxtasis.

-Hay algo que no había contado y es que pasó unos días previos muy malos, ¿verdad?

-Sí. La ceremonia de inauguración me afectó muchísimo por mi enfermedad, fueron muchas horas de pie, mucha emoción y también llevaba mucha carga de entrenamiento, primero en Sant Cugat, luego aquí hacía muchísimo calor… La adaptación estaba siendo muy buena hasta que después de la ceremonia me dio un brote de la enfermedad y me dejó muy fastidiada. Tocó fisioterapia, baños de hielo y mucho trabajo de rehabilitación. Lo pasé mal.

-Tras ganar la medalla, la primera persona que nombró fue su padre. ¿Habló ya con él?

-He hablado con ellos, pero la verdad que muy poco. Le expliqué que gracias a él he llegado donde estaba, yo solo tenía lágrimas. Y él igual, sigue anestesiado, aún no nos lo creemos. La vida nos dio un giro de 180 grados y luego otros 180, pero ahora en positivo. Aún nos queda abrazarnos y ver de verdad lo que hemos hecho. Es una carrera de fondo que ha salido bien.

-Hace tres años recibió un golpe importante en su vida.

-Ayer me acordé mucho de ese momento. Cuando la vida te cambia como me cambió a mí, es difícil asumir que nada va a ser como antes, que hay que adaptarse a ese momento y a lo que tienes. Creo que cogí las riendas desde el principio, el deporte siempre ha sido mi pasión y lo vi como una oportunidad. Eso es lo que pensaba ayer, que cuando pones pasión, corazón e intensidad, puedes lograr todo aquello que quieras. Creo que he demostrado que cuando amas algo, sale solo. Hace tres años pensé que mi vida deportiva había acabado y justamente me equivoqué.

-¿Por qué el lanzamiento de peso como forma de seguir con el deporte y no otra disciplina?

-Al final todo sale por mi padre. Él era corredor, atleta y siempre he vivido el deporte muy de cerca con él. Yo quería correr. Lo intenté al principio, pero vi que no podía, me caía enseguida. Probé diferentes disciplinas en el campo que tenemos nosotros, en Ibi. Mi padre me fabricó artilugios de forma manual y al final vimos que el lanzamiento de peso era lo mejor.

-¿Y de ahí a dar el paso de dedicarse a esto de forma federada?

-Era un sueño que teníamos mi padre y yo. Se nos presentó la oportunidad gracias a Isabel Hurtado, seleccionadora de la Federación Española de Deportes de Personas con Parálisis Cerebral. Me llamaron para hacerme pruebas en Alfàs del Pi y vieron que tenía facultades. Gracias a Ainoha, mi técnico en Gandía, que ese día me cogió de la mano y me dijo: 'Tú y yo vamos a hacer grandes cosas'.

-Y al poco… subcampeona paralímpica.

-Para mí empezó todo en el 2018, en esa carrera de fondo. Conforme pasa el tiempo yo veo que algo grande iba a pasar, pero nunca me imaginé todo esto.