Secciones
Servicios
Destacamos
Detrás de la explosión del París Basketball, fundado en 2018 y reciente ganador de la Eurocup, está Álex Requena Ramón (Alzira, 1994). Tras jugar en el Don Bosco y ser aficionado del Valencia Basket durante muchos años, una oferta de estudios en Marsella le cambió ... la vida. Ahora, a sus 30 años, comparte reuniones con Rigaudeau o Rogers, a los que animó desde la grada de la Fonteta.
-¿Cómo llega a Francia?
-Estaba estudiando en la Facultad de Economía y surgió la oportunidad de estudiar en Francia un doble grado de International Business y un máster en gestión deportiva, donde además tenía la oportunidad de entrenar a baloncesto, que me había sacado también el título. En Marsella tenían un centro de formación de baloncesto y una escuela de negocios que tenía un convenio con la Universidad de Valencia. Ahí surgió la opción de trabajar en el Olympique de Marsella de fútbol mientras estudiaba. Lo que empezó siendo una oportunidad de dos años se convirtió en siete años de trabajo allí y ahora en París.
-¿Coincidió en el Olympique con Pablo Longoria?
-Él llegó en mis dos últimos años y lo hizo como director deportivo para reemplazar a Zubizarreta. Allí nos conocimos y trabajamos juntos. Cuando me fui al proyecto del París Basketball es cuando lo ascendieron a presidente.
-¿Cuál es su función en el club?
-Mi trabajo es el desarrollo estratégico del club, tanto a nivel deportivo como del modelo de negocio. Hago de enlace con los propietarios que están en Estados Unidos, para llevar el día a día de las operaciones de un club que es muy joven ya que nació en 2018. Acabamos de construir el Adidas Arena, un centro de formación, un equipo femenino que comenzará la temporada que viene y una nueva marca.
-El proyecto tiene financiación americana por parte de directivos con experiencia en la NBA.
-Sí. Los propietarios son Eric Schwartz que fue propietario minoritario de los Atlanta Hawks hasta 2013 y David Kahn, que es el presidente y copropietario, que fue el General Manager de los Timberwolves cuando draftearon a Ricky Rubio.
-Este martes se cumplen diez años del título del Valencia Basket en la Eurocup en Kazán. ¿Pensó aquel día que iba a ser usted el vigente campeón del torneo?
-Cuando ganaron la Eurocup del 2014 estaba en la Fonteta en el partido de ida y en ese momento el París Basketball ni existía. Estar diez años después en un puesto de responsabilidad de un club que gana esa misma Eurocup es algo increíble. He podido cumplir muchos sueños como trabajar en el desarrollo de la Liga Africana de Baloncesto, organizada entre la NBA y la FIBA.
-¿Van a jugar la Euroliga 24-25 tras ganarse la plaza por méritos deportivos?
-Para nosotros era muy importante conseguir esa invitación por méritos deportivos, porque nos da credibilidad al proyecto y señala que no es un club que esté creciendo por razones estratégicas o de mercado. A día de hoy aún no hemos confirmado a la Euroliga nuestra participación la próxima temporada pero simplemente el hecho de habernos ganado ese derecho es un orgullo. Nuestro caso es diferente al del Gran Canaria el pasado año pero todo se acaba resumiendo en lo económico. Jugar la Euroliga supone una inversión tremenda, no sólo en gasto de plantilla sino de organización, recursos humanos o logística. Si juegas la Euroliga quieres ser competitivo, no jugar por jugar. Queremos ir con humildad pero haciendo las cosas lo mejor posible.
-¿El desgaste que ha tenido el Valencia Basket este año lo toman como un buen análisis
-A día de hoy tenemos una plantilla muy competitiva, que nos ha permitido ganar la Eurocup, pero para poder competir en la Euroliga, que se ha visto a nivel físico por ejemplo en el Valencia Basket el desgaste que supone, va a requerir un aumento de costes y de recursos. Es lo que a día de hoy estamos estudiando para competir en las mejores condiciones. Sabemos que en el momento en el que París esté en la Euroliga todo el mundo va a esperar lo mejor. La idea es salir en Euroliga pero aún estamos en el proceso de sacar cuentas. Aún es pronto para tomar decisiones precipitadas y queremos tomarnos un par de semanas más para trabajar el proyecto.
-¿Firmaría en 2025 entrar con una licencia a largo plazo en la Euroliga junto al Valencia Basket?
-Pues sería algo bonito y tendría sentido porque creo que somos dos proyectos diferentes pero que están creciendo, con estructuras fuertes y un proyecto de marca alrededor del deportivo sólido. Lo que tengo seguro es que la estrategia de la Euroliga ha cambiado, que el modelo que comenzó hace diez años está en el final de ciclo, y que van a haber cambios a corto y medio plazo que van a impactar en el modelo del baloncesto europeo que conocemos hasta ahora. Si se fusionan la Eurocup y la BCL de la FIBA habrá un efecto en cadena y queremos ser una pieza en ese tablero, como el Valencia Basket.
-¿Cómo analiza desde la distancia el proyecto taronja?
-El Roig Arena le va a permitir al Valencia Basket subir un escalón y pelear con los mejores clubes de Europa a nivel de organización y ojalá que a nivel deportivo también vaya de la mano. Es un proyecto de Euroliga. Podemos aprender muchas cosas del Valencia Basket, como L'Alqueria o el trabajo que hacen en el femenino. Están haciendo las cosas bien en cuanto a estrategia a largo plazo. Luego, puedes tener años buenos y malos en lo deportivo. Lo importante es no cambiar la hoja de ruta si un año no se consiguen los objetivos.
-¿Lo comenta por el curso que están viviendo en la Fonteta?
-Ha sido muy duro para ellos a nivel físico porque la Euroliga es un formato muy difícil. Ser competitivo en la Euroliga y en España requiere un esfuerzo enorme a nivel físico y de plantilla. Le ocurre a muchos clubes que alternan Euroliga y Eurocup y de eso también tomamos nota. El Baskonia lo sufre menos que el Valencia Basket, la Virtus o el Estrella Roja, que no tienen esa seguridad y no saben en qué competición van a estar la temporada siguiente.
-Ganar la Eurocup les permite codearse en Francia con el ASVEL o el Mónaco.
-Es una competitividad sana y necesaria. El baloncesto francés de formación ha crecido mucho en los últimos años y el ASVEL, con todo lo que ha aprendido Tony Parker en todos sus años en la NBA, y el Mónaco son los ejemplos más claros de crecimiento de estructura. La final de la Eurocup la disputamos contra el Bourg, que es otro club que está creciendo demostrando que en Francia se está recuperando los mejores momentos de baloncesto. Es algo importante para todos.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El pueblo de Castilla y León que se congela a 7,1 grados bajo cero
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.