La emotiva despedida de la Fonteta a una leyenda

«Aún no soy consciente de todo pero sí que he sentido en ese momento del cambio que se acababa mi carrera deportiva», reconoció en el parquet a LAS PROVINCIAS, aún con la camiseta del Joventut puesta por última vez en su carrera y con los ojos que seguían evidenciando el momento: «Ha sido inevitable emocionarse. Ya está. Ahora empieza otra etapa en mi vida que espero que sea igual de bonita». Si hay una fecha que simbolizó la explosión de la última gran generación de jugadoras en España fue la final de la Euroleague Women de 2012 entre el Ros Casares y el Rivas Ecópolis en Estambul. Final española, algo ahora mismo inimaginable. En el equipo valenciano estaban Silvia Domínguez y Laia Palau. En el bando madrileño, Elisa Aguilar, Vega Gimeno, Amaya Valdemoro y Anna Cruz. Eso también parece irrepetible en cuanto a nivel concentrado de basket. «Claro que me acuerdo de aquella final contra el Ros Casares y de esa época en el Rivas. Ganamos dos Copas de la Reina que nadie en aquel momento se esperaba», evocó con una sonrisa la catalana.

El palmarés de Anna Cruz recordará para siempre que es una leyenda. Es una de las tres españolas, junto a Amaya Valdemoro y Sancho Lyttle, en ganar un anillo de la WNBA, con España consiguió ocho medallas, incluyendo tres oros en el Eurobasket y la mítica plata de los Juegos de Río en 2016 donde una canasta suya ante Turquía, icónica, clasificó a las españolas para semifinales. Ahora, será una voz autorizada para opinar sobre los pasos que debe seguir la Liga Femenina para seguir creciendo. Ahí, mirando el techo de la Fonteta y las banderas de campeonas, lo tiene claro: «Estaría muy bien que todos los equipos de la ACB tuvieran su equipo femenino, que apostaran. Creo que la apuesta del Valencia Basket es un ejemplo, están haciendo las cosas muy bien porque es un club que cuida mucho a sus jugadoras y las trata profesionalmente. El Joventut, para ser su primer año en la Liga, también está muy bien el proyecto y espero que sea duradero y se animen más equipos».

A ese llamamiento, que hace tras charlar sobre la pista con Alba Torrens, también interpela a los dos clubes de estructura futbolera del baloncesto español. Uno de ellos, el Barça, ha decidido dejar de lado a su equipo femenino: «Creo que por ahí puede ir el crecimiento de la Liga Femenina. Los equipos ACB, como el Real Madrid o el Barça, que tienen las infraestructuras y mucho trabajo histórico, sería bueno que dieran ejemplo apostando por el baloncesto femenino. Se tiene que apostar realmente porque estamos viendo que los partidos tienen tirón y pueden enganchar a los aficionados». Lo dice una leyenda de nuestro basket.