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Sandra Ygueravide (Valencia, 1984) decidió probar hace seis años la disciplina del baloncesto 3x3 tras un proceso de bloqueo mental como profesional del basket tradicional, ... el de 5x5 por equipos. Tres años antes comenzó su particular exilio de la mano del Edremit Beledeyesi en Turquía que ha terminado este verano con su fichaje por el Gernika, con el que disputará la próxima temporada la Liga Femenina. En ese lapso de una década el cambio más radical para la jugadora de Godella es que regresa a España siendo la mejor jugadora del mundo de 3x3. La base comanda la última clasificación del ranking con 110.279 puntos, cerrada el pasado otoño tras la disputa del Eurobasket. En el vigente Top 10 de la modalidad se encuentran sus compañeras Aitana Cuevas (cuarta con 96.408), Marta Canella (sexta con 89.137) y la también valenciana Vega Gimeno (novena con 75.439 puntos). El cuarteto mágico integra el actual equipo del Girona 3x3 con el que van a participar en el circuito de este verano.
Ygueravide se coronó como mejor jugadora del planeta en una modalidad que ya es olímpica –pero donde España se quedó con la espina de no poder disputar la cita de Tokio– a los pies de la Torre Eiffel, en el escenario donde se disputará la modalidad del Baloncesto 3x3 en los Juegos de París 2024. España conquistó el pasado septiembre el oro en el Eurobasket femenino tras derrotar en la final a Alemania por 16-12 y, antes, tumbar a Francia en la semifinal tras una gran remontada (17-21).
Ahora, el objetivo es conseguir una medalla en el Mundial que comenzó este martes en Amberes, aunque la valenciana tiene muy claro el reto que se marca junto a sus compañeras: «El 3x3 es una modalidad que está creciendo mucho y hay que ir viendo año a año. Eso sí, sería una pasada volver a París, al mismo escenario, y conseguir una medalla olímpica». Ahí queda el reto y más teniendo en cuenta que Ygueravide, en los próximos Juegos, estará a pocos meses de cumplir 40 años. El espectacular crecimiento de la selección femenina –están muy por encima del nivel en el ranking de la masculina– también hay que apuntárselo a Vega Gimeno, que fue una de las pioneras en 2014 apostando por un deporte en el que todas las jugadoras coinciden que engancha nada más probarlo. «Lo que aprendimos hace dos años es que jugando muchos torneos mejoramos como equipo y así llegamos a un nivel alto cuando nos jugamos las cosas. Llevamos cinco o seis años en el 3x3 manteniendo el bloque y eso se nota. Lo vimos en Tokio, donde el oro masculino se lo llevó un equipo más tiempo llevaba jugando juntos. Conocerse bien es fundamental en este deporte donde en un partido todo puede cambiar en unos segundos», afirma Ygueravide.
Con su regreso a la Liga, la base va a cerrar 20 años después un círculo muy especial porque su primer título como profesional llegó en 2002, con la Copa de la Reina del Ros Casares: «Es algo que no pienso mucho ahora pero es verdad que cuando empecé a jugar pensaba que iba a estar toda mi carrera en la Liga Femenina pero cuando se presentó la oportunidad de jugar en el extranjero creo que es de las mejores cosas que he hecho». Ahora, tocaba volver a casa. Al hogar.
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