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Carles Baixauli
Miércoles, 7 de agosto 2024, 00:50
Nunca habían concedido tantas entrevistas. Nunca habían sido reclamadas para tantas fotografías. Nunca habían sido portada en todos los periódicos nacionales. Nunca habían absorbido tanto ... protagonismo. Nunca habían acumulado tantos mensajes en sus teléfonos móviles. Nunca habían dormido tan poco… En suma, nunca habían vivido algo parecido. Tampoco lo imaginaron. Es la consecuencia de convertirse en subcampeonas olímpicas de baloncesto 3x3. Es el resultado de haber protagonizado una de las grandes campanadas de la delegación española en estos Juegos de París. 24 horas después de recibir sus respectivas medallas de plata, las valencianas Vega Gimeno y Sandra Ygueravide continúan inmersas en una especie de tsunami.
Apenas, una hora y media. Entre las 5 y las 6:30 de la mañana. Es todo lo que Vega y Sandra descansaron en la madrugada del lunes al martes. «Si, de por sí, tras un partido 'normal' ya cuesta conciliar el sueño, imaginaos lo de la pasada noche. Era imposible. Primero, porque llegamos tardísimo a la Villa. Eran más de las dos. Después, porque teníamos que cenar. Tomamos una pizza, lo habitual, nada extraordinario. Pero, sobre todo, por la adrenalina acumulada, porque lo vivido horas antes había sido tan extraordinario que nos resultaba imposible dormir. Al final, caímos por puro cansancio, pero nuestro descanso no llegó ni a las dos horas», recuerdan las deportistas valencianas, las cabezas visibles de la selección española. Representan el corazón y el cerebro del combinado nacional. Por sus ADN, corren ríos de liderazgo, carisma y personalidad.
Necesitarán tiempo para asimilar y procesar todas las vivencias experimentadas. «Entre que está todo muy reciente, entre que seguimos desbordadas, y entre que continuamos en esta especie de burbuja que es la Villa Olímpica, aún no somos conscientes de lo que hemos conseguido y, sobre todo, de la repercusión que ha tenido», comentan. También precisarán de mucho tiempo para responder el aluvión de mensajes recibidos en sus teléfonos móviles. En ambos casos, más de 300. «Me sabe mal no estar respondiendo a todas las personas que me han escrito. No es que no quiera, es que no he podido. Lo haré poco a poco. Eso sí, hará falta más de un día y más de dos», señala, entre risas, Vega, componente del Proyecto FER, programa de becas para deportistas valencianos impulsado por la Fundación Trinidad Alfonso, cuyo mecenas es Juan Roig.
Contribuir a que crezca el 3x3
En las últimas horas, las palabras más repetidas en torno a este éxito han sido «sorprendente» e «inesperado». La selección de 3x3 no figuraba en las quinielas de medallas. Tampoco Vega y Sandra aterrizaban en París con grandes expectativas. «Veníamos a disfrutar. Estar aquí ya nos colmaba. Y más, después de clasificarnos de forma milagrosa e inverosímil. Pero empezamos bien, comenzamos a ganar partidos, nos lo creímos, llegó la carambola previa a las semifinales y ya nos vimos en la vorágine de ayer. Lo mejor de todo es contribuir a que este deporte adquiera más popularidad, crezca, sea más conocido y tenga un mayor seguimiento. La plata olímpica está muy bien, pero está mucho mejor sembrar para el futuro», comenta Sandra Ygueravide.
Hace pocas semanas (incluso, pocos días), ni Vega ni Sandra podían imaginar que, en uno de sus partidos, reunirían, entre otras personalidades, al rey Felipe VI, a Pau Gasol, o a Dirk Nowitzki, al margen de la ministra de Deportes, el presidente del Comité Olímpico Español o el presidente de FIBA Europa. «Fue muy emocionante recibir el saludo y la felicitación del rey Felipe VI. Estuvo muy amable. Es otro de los momentos alucinantes de toda esta locura de las últimas 48 horas», comenta Vega Gimeno. No obstante, lo que más ilusión les ha hecho a las dos ha sido tener muy cerca, en las gradas, a sus familiares más directos (los padres de Vega, el marido de Sandra). Ver la emoción en sus rostros ha sido, quizás, más emocionante que la propia medalla.
Sandra y Vega fueron ayer las protagonistas en la Casa España, el lugar de encuentro entre deportistas, prensa y diversos invitados cuando la delegación española conquista una medalla. Recibieron más agasajos, más felicitaciones. Fueron protagonistas de más entrevistas, de más fotos. Allí, volvieron a coincidir con el rey Felipe VI. Y allí, reiteraron su deseo de seguir jugando al baloncesto 3x3. Al menos, en 2025. De momento, en apenas dos semanas, van a disputar en Viena el Campeonato de Europa. Con respecto al futuro. Vega, como ya desveló en mayo, deja el baloncesto convencional. Sandra seguirá una temporada más, la 24-25, con el Girona. Posiblemente, sea su última. ¿Y Los Ángeles 2028? ¿Entra en sus planes? Ni sí, ni no, ni, todo lo contrario. «Quedan muy lejos, vamos a ir año a año, y ya veremos». Antes, tendrán que bajar de la nube, digerir todo lo ocurrido, jugar el Europeo, descansar… y responder los mensajes pendientes. Que no son pocos.
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