El TM Benidorm rozó la campanada en el Flens Arena

Casi 40 minutos duró el sueño del TM Benidorm en el Flens Arena. Ese fue el tiempo, toda la primera mitad y los diez primeros de la segunda, que los de Fernando Latorre, dando posiblemente la mejor imagen hasta la fecha en lo que va de temporada, estuvieron por delante en el marcador ante un Flensburg-Handewitt que tuvo que sacar toda la artillería para darle la vuelta al choque y anotarse una victoria que, antes del pitido inicial, muchos daban por segura.

Cayó el ‘EuroTM’ por un resultado final de 35-30 sustentado en un juego colectivo de ensueño, una sólida defensa que sólo se vino abajo en momentos muy puntuales de la segunda mitad -que fueron los que supo aprovechar el equipo alemán- y la solvencia ofensiva de Bernatonis, Iván Rodríguez, Lignieres e Iker Serrano, que se repartieron 21 de los 30 goles visitantes.

Mención especial, una vez más, mereció un Roberto Rodríguez formidable bajo palos, protagonizando varias paradas imposibles y pagando muy caro, en más de una ocasión, la necesaria apuesta de atacar con siete para tratar de sacar el máximo ante un Flensburg que anduvo desquiciado y sin encontrar la fórmula para parar a los de Benidorm durante buena parte del choque.

Los alemanes pecaron, especialmente en la primera mitad, de soberbia. Muy fallones y tremendamente imprecisos en ataque, los locales parecían subestimar a un TM Benidorm que poco a poco fue abriendo hueco, nunca excesivo, en el marcador, lo que puso en alerta a Maik Machulla que en un tiempo muerto llegó a espetar a sus hombres dos preguntas que resumen perfectamente lo que se estaba viviendo en la cancha: «¿Qué estamos haciendo ahí atrás? ¿Me lo podéis explicar?».

Todos esos problemas de coordinación en la defensa alemana fueron perfectamente aprovechados por un TM Benidorm que supo trasladar a la perfección a la cancha lo que Fernando Latorre había preparado sobre la pizarra, yéndose al descanso con un merecido resultado de 16-19 a su favor que, incluso, podría decirse que podría haber sido más amplio.

Los primeros minutos tras la reanudación apenas presentaron cambios significativos respecto a lo visto en la primera mitad. Al menos, hasta que el equipo del Palau d’Esports se colocó con cuatro tantos de ventaja y despertó a la bestia dormida alemana.

Varios fallos seguidos en ataque y una fase mortalmente efectiva de Benjamin Buric en el lado ofensivo alemán llevó al Flensburg-Handewitt a igualar el tanteador y, desde ahí, tomar una delantera que ya no abandonarían en el resto del partido.

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